Mañana se conmemora el Día Mundial de la Tiroides

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La glándula tiroidea, regula el metabolismo del ser humano, determina cómo se obtiene la energía de los alimentos que se consumen y define el nivel de productividad de la persona. Sin embargo, existe un alto desconocimiento en la población sobre qué es este órgano endocrino y cuáles son las enfermedades que se relacionan con su mal funcionamiento.

Para despejar mitos e inquietudes, la doctora Laura Maffei, directora de Maffei Centro Médico, explica cinco datos claves sobre la tiroides, en el marco de su Día Mundial, que se conmemora cada 25 de mayo.

  • Es muy pequeña, pero la tiroides regula muchas de las funciones de nuestro organismo.

La función de esta glándula en el organismo es muy importante y su tamaño no supera los 20 gramos. Se encuentra ubicada en la base del cuello, tiene forma de mariposa y su funcionamiento depende de la hipófisis, otra glándula localizada en el cerebro.

La tiroides se encarga de regular el metabolismo del cuerpo mediante la producción, almacenamiento y liberación de hormonas tiroideas: tiroxina (T4), triyodotironina (T3) y calcitonina. Éstas influyen en casi todas las células, tejidos y órganos. Son necesarias para la síntesis de muchas proteínas esenciales en los períodos de crecimiento y contribuyen con el desarrollo del sistema nervioso central.

También influye en la frecuencia cardíaca, el nivel de colesterol, la fuerza muscular, regulación de la temperatura corporal, el ritmo intestinal y la función reproductiva, entre otras.

  • No todos los trastornos tiroideos presentan síntomas.

La tiroides puede manifestar una alteración de su estructura. Cuando la glándula aumenta su tamaño, se lo denomina bocio. Los nódulos tiroideos pueden manifestarse a través de un bulto en el cuello y generalmente son asintomáticos, pero en algunas oportunidades puede producir dificultades para tragar, respirar o incluso el paciente puede manifestar algunos cambios en la voz.

Pero también existen otras alteraciones de funcionamiento más conocidas, que son el hiper e hipotiroidismo, disfunciones que pueden ser acompañadas o no del aumento del tamaño de la glándula.

El hipotiroidismo se trata de una disminución en la producción de hormonas tiroideas. Sus síntomas más frecuentes son decaimiento, sueño, fatiga, sobrepeso y dificultad para su baja y trastornos en la función reproductiva.

El hipertiroidismo, al contrario, se caracteriza por un exceso de la función de la glándula tiroidea y puede manifestarse con irritabilidad, taquicardia, pérdida de peso, nerviosismo, temblor y calor.  Además, algunos pacientes pueden tener síntomas oculares como irritación u ojos saltones.

  • Los problemas tiroideos muchas veces se encuentran mal diagnosticados.

En Argentina existen aproximadamente dos millones de personas que sufren hipotiroidismo, de los cuales la mitad desconoce padecer esta afección ya que sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades.

Además, se estima que entre un 4% y 7% de la población puede presentar nódulos tiroideos detectables clínicamente. Ese porcentaje asciende a un 50% cuando se trata de nódulos ocultos.

  • Las patologías tiroideas son más frecuentes en mujeres que en hombres y pueden aparecer a cualquier edad.

Las patologías tiroideas se presentan con mayor frecuencia en las mujeres. Incluso, durante el embarazo, resulta imprescindible que la futura mamá tome los recaudos necesarios y preste especial atención a estas disfunciones. Es importante que la mujer que está al tanto de su hipotiroidismo, haga un control prenatal previo a la concepción para ajustar las dosis de hormonas tiroideas.

A pesar del predominio en el género femenino, la aparición de un nódulo tiroideo en un hombre aumenta las posibilidades de que dicha formación pueda resultar maligna. La mayoría de las veces, los casos malignos no suelen ser agresivos y tienen una evolución favorable siempre que se realice una consulta precoz junto con un tratamiento adecuado.

Sin embargo, los trastornos tiroideos pueden afectar a personas de cualquier edad, aunque en el caso de los niños es una situación poco frecuente.

  • Algunos factores aumentan  el riesgo de padecer disfunciones tiroideas.

Los nódulos tiroideos aparecen con mayor frecuencia en áreas con deficiencia de iodo y el riesgo de malignidad aumenta cuando hay antecedentes de cáncer de tiroides dentro de la familia, sobrepeso y tratamientos con rayos en la zona del cuello durante edad temprana.

En el caso de las personas que han sufrido enfermedades autoinmunes (psoriasis o artritis reumatoide, entre otras), pueden resultar en mal funcionamiento de la tiroides producto de un desencadenante como estrés, tabaquismo, infecciones virales o bacterianas.

Es fundamental estar atentos a los síntomas que puedan indicar alguna disfunción y la consulta temprana con el especialista es vital para un diagnóstico precoz.

Actualmente existen tratamientos que se ajustan a las necesidades y condiciones de cada paciente. Por ese motivo, ante los primeros síntomas es importante acudir a un endocrinólogo para actuar con rapidez.