El rock llora la muerte del baterista Rodolfo García

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Buenos Aires.- Esta madrugada murió a los 75 años Rodolfo García, un destacado baterista de la escena nacional que marcó generaciones con su virtuosismo. El miércoles 25 de abril se había desvanecido en su casa, debiendo ser trasladado de urgencia al Hospital Tornú. Allí fue operado y el diagnóstico resultó cruel: muerte cerebral. Casi una semana después, partió.

Influencia indiscutible para los bateristas que lo sucedieron en el rock argentino, García supo construir una trayectoria tan extensa como intachable. Sus primeras melodías las tocó en el acordeón heredado de su padre, pero su visión cambió al escuchar a Little Richard.

Podría decirse que todo arrancó en su adolescencia, cuando a los 17 años cursaba la escuela industrial en el Manuel Belgrano de Floresta. Por ese entonces conoció a un muchacho de 13 años, que concurría al San Román y vivía cerca de su casa. Pese a no compartir colegio y tener vidas tan disímiles, Rodolfo y ese jovencito, un tal Luis Alberto Spinetta, se unirían por la música. Y lo harían para siempre.

El baterista ya tenía una banda, Los Larkins, e invitó al guitarrista a sumarse a la agrupación. Así comenzaron los primeros ensayos. La formación fue modificando su nombre, terminaron llamándose Los Mods. Tiempo después se fusionarían con Los Sbirros: ese sería el primer esbozo de Almendra, con Emilio del Guercio y Edelmiro Molinari. Nacía un hito de la música argentina.

En 1968 grabaron el primer simple con “Tema de Pototo” y “El mundo entre las manos” entre las canciones. Al siguiente, arrancaron las presentaciones en vivo. En 1970 sacarían a la venta el disco Almendra, con la célebre tapa dibujada por Spinetta.

 

Con la división de Almendra, salieron tres grupos que también arrasarían con la escena por esos años. Pescado Rabioso (Luis), Color Humano (Edelmiro) y Aquelarre (Emilio y García) fueron parte de la vida de una generación joven atravesada por las injusticias.

El rock llora al baterista, al músico, al artista, pero sobre todo lamenta la perdida de una persona comprometida por los cambios.