0

El deporte avanza y el fútbol continúa quedando relegado. La experiencia llevada adelante en el Mundial de Brasil 2014 fue un gran avance para la estructura llamada FIFA. La metodología del  Gol Fantasma quedó en el olvido en la última gran competencia del juego más hermoso del mundo.

Lo ocurrido entre Inglaterra y Alemania en Sudáfrica 2010 cuando Frank Lampard marcó un gol lícito y no fue convalidado, y que además fue determinante para que en la Copa del Mundo disputada en Sudamérica, sufra una modificación en el reglamento. Es por eso que en el último Mundial no existieron ese tipo de injusticias.

¿Creerá la FIFA que ese cambio los hizo ver como dirigentes innovadores? En lo más mínimo. Aquella modificación en el reglamento para la Copa del Mundo, no fue suficiente para el fútbol de todos los días.

La tecnología es parte actual del tenis, vóley, básquetbol, rugby,  hockey pero del deporte más popular del mundo, no. Es poco serio pensar que el juego que mueve tanto dinero y tantas pasiones, este librado a cuatro hombres como mínimo.

El pasado sábado se vivió un hecho que revolucionó el fútbol argentino. Germán Delfino optó por sancionar un penal inexistente y expulsar injustamente a un jugador de Arsenal de Sarandí.

Mariano Pavone tocó la pelota con la mano pero para el juez fue Rosero Valencia. Sanción y roja para el colombiano. Las cámaras de televisión ayudaron para que el cuarto árbitro le avise al principal del error. Y la justicia se hizo presente en el estadio José Amalfitani logrando que Delfino de marcha atrás con sus decisiones.

Hay que destacar que esa metodología no es válida para el ente más importante del fútbol. Una sanción no se debería supeditar al uso de la tecnología.

Un hecho algo similar ocurrió con Horacio Elizondo en la final del Mundial 2006 cuando le mostró la roja a Zinedine Zidane a instancias del cuarto árbitro, quien vio la jugada en uno de los televisores del estadio.

¿Cuál es el sentido de que en el fútbol continúen habiendo injusticias? Un equipo puede ganar sin merecerlo, un jugador puede ser expulsado sin razón o el destino puede jugar su partido, pero eso no debería permitir que la tecnología siga sin participar en el deporte más practicado del mundo.

Errores pueden cometer cualquiera, desde un arquero, defensor, delantero o árbitro. Pero no me vengan con que es solo cuestión de tiempo para que la tecnología se haga presente porque los años pasan y el hincha sigue esperando por un avance definitivo.

En Vélez-Arsenal se hizo justicia gracias a la tecnología. ¿Cuándo se darán cuenta que es más sano de esa manera? Trabajemos para evitar goles fantasmas, repeticiones instantáneas y un fútbol más justo.