Buenos Aires.- Si bien, tiempo atrás, los acreedores de los holdouts habían señalado públicamente que estaban dispuestos a aceptar bonos en cambio de su deuda en default, ahora cambiaron de parecer.
De esta forma, le comunicaron con Luis Caputo, el secretario de Finanzas, que para aceptar un quita como la que quiere plantear el Ejecutivo, el pago debe ser en efectivo. La reducción máxima que estarían dispuestos a convalidar, se dice en las reuniones, es del 30%.
Según había informado Prat Gay, la deuda total alcanzaba los USD 10.000 millones. De este total, el 30% corresponde al capital (intocable) y el 70% restante a los intereses. Sobre esos intereses es que en el mejor de los casos el Gobierno podría aplicarle una quita del 30%.
De esta forma, el pago que el Gobierno debería realizar es por USD 7.900 millones. Quienes pondrían los dólares sería un grupo de bancos internacionales, quienes le pegarían a los fondos buitre. Y ese pool de bancos tomaría como parte de pago bonos del Gobierno.