La misteriosa muerte de un joven teórico de la conspiración

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Polonia.- Max Spiers, un ufólogo británico, fue hallado muerto tras vomitar un líquido negro en junio pasado en el sofá de su departamento en Varsovia, en Polonia, poco antes de dar una conferencia sobre ovnis y teorías de conspiración.

De acuerdo con el periódico británico The Telegraph, las autoridades señalaron que murió de causas naturales, pero su madre Vanessa Bates no piensa lo mismo. Ella informó que días antes del fallecimiento de Spiers, éste le dejó un mensaje: «Si me ocurre algo, que lo investiguen».

«Creo que Max había estado cavando en algunos lugares oscuros y temo que alguien lo quisiera muerto», comentó la progenitora, de 63 años, al segurar que su hijo de 39 años se encontraba en perfecto estado de salud. «Sus enemigos lo querían muerto; se exponía demasiado, era peligroso para el gobierno».

Familiares piden la autopsia. Max era considerado como un experto en conspiraciones e hizo una extensa investigación acerca de avistamientos de ovnis. «Se estaba involucrando en áreas muy tétricas y peligrosas, y tenía miedo de que al ganar popularidad y fama pagase las consecuencias», dijo la madre, quien aseguró que lo único que tiene es un certificado de defunción de las autoridades polacas y que no le quieren entregar los resultados de la autopsia.

El fallecido estuvo trabajando con Bases Project, encargado de investigar teorías conspirativas. Miles Johnson y empleado del citado proyecto cree que su amigo fue asesinado: «Una persona ha muerto aquí, y no creo que alguien que toma una medicación normal acabe vomitando líquido negro y falleciendo al poco tiempo». «Su cuerpo no presentaba lesiones físicas obvias, pero podría haber muerto a causa de un lento y gradual envenenamiento, por eso los resultados toxicológicos de la autopsia son tan importantes para nosotros», explica la madre.

Sin embargo, el periodista Nick Pope indicó que las teorías conspirativas son tan solo eso. «La muerte de Max Spiers fue una tragedia, pero después de haber dirigido el proyecto sobre ovnis del gobierno del Reino Unido, juro que no andamos por ahí matando a los investigadores de ovnis».

La muerte del ufólogo británico es todo un misterio. La familia solo quiere saber la verdad. «Los hermanos de Max, Josh y Becky, están hundidos, al igual que sus dos hijos. Todos queremos respuestas, y yo voy a seguir luchando hasta descubrir la verdad», relata Vanessa Bates.