Buenos Aires.- La cautelar que en julio frenó los aumentos de tarifas en la luz y que obligó a Edesur a mantener las tarifas de 2015 preocupa al CEO de la compañía, quien advirtió que si el tema judicial de los precios de la luz no se resuelve en un mes o dos, la empresa no tendrá ingresos e irá a la quiebra.
«Acatamos el fallo, pero la reducción de tarifas quita recursos para hacer inversiones. Supongo que los jueces tomaron decisiones sobre elementos sólidos, si no, sería un poco irresponsable», dijo el empresario italiano.
«Todas las provincias tienen una facturación distinta de la energía, las provincias más pobres pagan más por la electricidad. El tarifazo no existe», sentenció. Y lo sostuvo con un ejemplo que seguramente generará polémica: «Con el nuevo esquema de tarifas, el 75% de los clientes paga por debajo de los $250 mensuales ($500 bimestrales). O sea, una familia paga el equivalente a 4 paquetes de cigarrillos. Y un día de electricidad le cuesta a un hogar lo mismo que una lata de gaseosa».
Para hacer inversiones, hay que cambiar el modelo, porque el anterior no funcionaba. Nadie invertía. El tema de la tarifa permite a la empresa volver a ser dueño de la planificación y modular el tema de las inversiones», explicó Bezzeccheri, tras aclarar que con el nuevo esquema de tarifas, el 75% de los clientes paga por debajo de los $250 mensuales ($500 bimestrales), es decir, «una familia paga el equivalente a 4 paquetes de cigarrillos. Y un día de electricidad le cuesta a un hogar lo mismo que una lata de gaseosa».
Respecto a los continuos cortes de luz en distintos puntos del país, el CEO reconoció que «hubo impedimentos e incumplimientos» para que la empresa pudiera prestar su servicio. «Antes del nuevo cuadro tarifario, a las empresas se les daban recursos para que no fueran a la quiebra. Pero esos recursos (subsidios del Estado) no eran gratis, se acumulaban como deuda. No se recibía dinero para planificar inversiones. El Gobierno aprobaba o denegaba inversiones propuestas por las empresas. Y el control de las obras lo tenía el Gobierno. El pago a los proveedores lo hacía el Gobierno. El dinero no pasaba por las empresas», argumentó.
Al respecto, Bezzeccheri dijo que los «fondos del Gobierno eran para gastos corrientes (como salarios), pero ese esquema y marco regulatorio no les permitía decidir inversiones. «Tenemos un atraso de diez años en la red», confesó. Con el cambio de Gobierno, la compañía invirtió más de $1.200 millones en la mitad del año, pero la suspensión de los aumentos perjudica a la compañía.