París, Francia.- Tras los atentados en París, que ya dejaron 132 muertos y 349 heridos, ciudadanos franceses se acercaron a la estatua central de la Plaza de la República a dejar velas y dedicatorias para las víctimas. De un momento a otro, por una falsa alarma la gente empezó a correr para escapar.
Tras la desesperación, las personas se refugiaron en un hotel que está en frente a la plaza, en la boca del subte y en un negocio que abrió sus puertas para que pudieran entrar. Hubo un momento de caos y gente que se caía.
Los policías se movieron hacia un costado de la plaza y, después de un minuto, informaron que no había tiros ni heridos y que la zona de la República estaba cercada y bajo custodia.
Después del pánico, aunque la plaza quedó casi vacía, muchos volvieron a la estatua a dejar sus ofrendas.
Según el diario Le Parisien, el desencadenante fue el estallido de una bombilla en uno de los restaurantes cercanos a la plaza, lo que motivó una reacción defensiva de un policía que provocó el pánico en la gente.
