El ministro de Energía, Juan José Aranguren, consideró ayer que para superar el conflicto petrolero de Chubut derivado de la caída mundial del barril de crudo, es necesario que esa provincia, las empresas y los trabajadores «cedan» pretensiones.
Para Aranguren, la crisis derivada de la feroz caída del barril de crudo «se resuelve con menos horas extra, Chubut resignando regalías y subsidio de la Nación».
Dijo que «la situación se puede superar mejorando la productividad de la fuerza laboral, probablemente cobrando menos horas extras, la provincia resignando algo de regalías, las empresas aceptando que van a tener menos ingresos por el crudo que van a exportar y la Nación aportando algún subsidio directo para aguantar esta situación».
En declaraciones radiales, Aranguren subrayó la necesidad de «seguir dialogando para que esta transición no afecte los puestos de trabajo. Tratamos de que no haya una afectación en la actividad económica y en los puestos de trabajo».
El ministro explicó que la Argentina «produce petróleo crudo de dos calidades: una más liviana, que es el que se extrae de la cuenca neuquina y es demandado por siete refinarías del país».
«En cambio, el crudo que se produce en el Golfo de San Jorge, en la provincia de Chubut, es más pesado. Lo demandan tres refinerías y por lo tanto tiene un excedente en su capacidad de producción. El 25% de esa producción se exporta, son 40 mil barriles por día», puntualizó.
Dijo que «los precios (del crudo) en la Argentina están por encima de los internacionales, desde hace un año y medio. Es un valor que permite remunerar adecuadamente y mantener los niveles de actividad, con un promedio de 60 dólares por barril».