Neuquén.- El Obispado de Neuquén, a cargo de Virginio Bressanelli, emitió un comunicado oficial esta mañana para sentar postura sobre el fallo judicial que permitía la muerte digna de Marcelo Diez. A continuación, repasamos algunos de los fragmentos mas destacados.
«Agradecemos a Dios que la vida de Marcelo se haya cerrado naturalmente. ¡Es todo un signo! De otra manera su muerte inducida hubiese sido un trauma para mucha gente del pueblo neuquino, que se proclama ‘cuna de los derechos humanos».
«Defendemos la vida, no luchamos contra personas. Tenemos posturas definidas y transparentes en el diálogo, pero no juzgamos a las personas. Compartimos de corazón con ellas el dolor, la incertidumbre, la noche oscura de su familia que ciertamente fue creciendo con el pasar de los años.».
«Seguimos testificando que Marcelo no estaba sometido a ninguna práctica médica extraordinaria o desproporcionada o de ensañamiento terapéutico que prolongara artificialmente su vida. Todos los que directa o indirectamente han tenido contacto con él saben que afirmar lo contrario no corresponde a la verdad».
«Conciencia mínima que le permitía también una mínima percepción de la realidad, que por momentos se leían en su rostro y veíamos en sus limitadas reacciones. Pensamos que Marcelo algo oía. Esto nos convence de que su situación no se inscribe en los términos y el espíritu de la ley de ‘muerte digna».
«Más allá de las diferencias, en las que subyacen concepciones antropológicas distintas e interpretaciones jurídicas opuestas, a veces irreconciliables entre sí, no queremos nunca dejar de creer en la buena intención de las personas involucradas en este caso. Merecen nuestro respeto y convicción de que sufren, en su interior, tener que expedirse públicamente sobre la vida de otros. No juzgamos a nadie, aunque somos críticos ante algunas prácticas y decisiones».
«Marcelo ya cerró su existencia entre nosotros. Después de un largo calvario, ayer a la tarde celebró su Pascua con el Señor».