Un 18 de febrero, un día que de alguna forma no va a pasar desapercibido, por más que se quiera obviar. Son muchos los medios que hoy no hablan de este tema y hay otros que hablan demasiado. Los extremos siempre son malos.
¿Qué decir de esto?, hoy va a haber una marcha, para que tengan ustedes una idea, en Buenos Aires, en las principales localidades de este bendito país, y en cada rincón de esta República. Va a haber muchísima gente, y van a haber otros pocos. Van a haber mucha gente en las grandes ciudades, y va a haber quizás puñaditos de argentinos prestando su apoyo silencioso y su acompañamiento a la familia del fiscal Alberto Nisman.
De eso se trata, nada más, no es una marcha para voltear un gobierno, no es una marcha para acrecentar las posibilidades de los tibios exponentes de la oposición política de este país.
Es una marcha en silencio, para acompañar en el duelo, en el luto a las hijas del fiscal Alberto Niman y a la ex esposa, darle la fuerza suficiente para que continúe exigiendo justicia. Se trata de eso. Por eso, cada uno de nosotros tiene que entenderlo de esta manera como lo estamos analizando.
Aquí no hay intereses ocultos por más que se lo quiera hacer ver de otra manera.
¿Qué es una marcha en busca de la verdad? si, es una marcha en busca de la verdad. ¿Por qué?, porque hasta el momento nadie supo decir, qué pasó con Alberto Nisman.
¿Cuál es el fundamento más fuerte que tiene la sociedad argentina? ¿o de la mayoría de los que buscamos la verdad?, las palabras de la propia presidenta de todos los argentinos, de nuestra Cristina.
Fue Cristina la que nos ha impulsado a buscar la verdad. Apenas conocida la noticia del hallazgo sin vida de Alberto Nisman, fue Cristina la que habló de suicidio.
Pasaron las horas, y fue Cristina quien en cadena nacional, nos anotició a todos los argentinos de que no había sido suicidio sino que había sido un suicido inducido. O sea que había sido obligado a matarse.
Después en otra cadena nacional fue la propia Cristina quien deslizó otra hipótesis haciéndola cierta, ella, nuestra Cristina de que quizás lo habían matado. De que había sido un asesinato. Y también, después en otra cadena nacional, fue nuestra presidenta, quien dijo o quien deslizó que había sido asesinado y que la última persona que había tenido contacto con Alberto Nisman, había sido este colaborador, Lagomarsino. Que según nuestra Cristina tenía una relación muy íntima. Dejándonos traslucir esa sospecha de que quizás haya sido el novio de Alberto Nisman.
Fue nuestra Cristina la que nos fue induciendo a todos los argentinos a buscar la verdad, porque ella también estaba movilizada por esa búsqueda.
Después terminamos con un coro de funcionarios de nuestro gobierno nacional, apoyando la idea de que fue un asesinato.
Entonces, si la máxima representante de un país, movilizada por la verdad, por lo que ha sucedido con Alberto Nisman, ha pasado en distintos pasajes de esa búsqueda de la verdad, desde un suicidio hasta lo más crudo que ha sido esto último sobre un asesinato. ¿Cómo no se va a movilizar un país a marchar buscando la verdad?.
Por eso, hay que dejar el fanatismo de lado, y hay que saber que hoy es un día muy importante para todos los argentinos. Y el silencio, es algo que mueve a la reflexión. El silencio moviliza. Esto es lo que va a suceder en este país, a partir del silencio de esta tarde a las 18 HS, miles de argentinos van a comenzar a apoyar esa búsqueda de la verdad pero sin ningún tinte político, simplemente acompañando a una mujer y sus hijas que quieren saber qué pasó, con Alberto Nisman.