Un total de 20 kilos de cocaína y un remanente de cannabis fueron incinerados este miércoles en el cementerio central de Neuquén, en el marco de un operativo conjunto entre las justicias federales de Río Negro y Neuquén. La quema se realizó con la colaboración del Ministerio Público Fiscal (MPF) neuquino y del municipio, que facilitó los hornos crematorios.
De acuerdo con lo informado, el material destruido incluyó 18 kilos de cocaína incautados en territorio rionegrino y otros 2 kilos secuestrados en la provincia de Neuquén, además de pequeñas cantidades de marihuana. La destrucción fue supervisada por equipos fiscales de ambas jurisdicciones y personal de Gendarmería Nacional.
Esta fue la segunda quema de estupefacientes realizada en la región desde la implementación del nuevo sistema acusatorio federal, que cumple su primer año de funcionamiento. Según precisó el fiscal general del Distrito General de Río Negro y Neuquén, Fernando Arrigo, el valor total de la droga eliminada asciende a unos 1.250 millones de pesos.
“Este es un trabajo conjunto entre las fiscalías federales y provinciales, que requiere mucha coordinación y esfuerzo”, destacó Arrigo durante el procedimiento. Además, consideró que la desfederalización del abordaje del narcotráfico en Neuquén “es positiva” y que puede coexistir con el sistema acusatorio, ya que permite “hacer un uso eficiente de los recursos del Estado y evitar la duplicación de tareas”.
El fiscal explicó que la violencia asociada al narcotráfico muchas veces se origina en el narcomenudeo. “La inseguridad en la calle suele tener su raíz en el adicto que roba o el dealer que busca marcar territorio”, sostuvo, y advirtió sobre los nuevos desafíos que plantea el delito: “Antes se buscaban teléfonos o computadoras en los allanamientos; ahora también hay que rastrear tokens de criptomonedas”.
Arrigo señaló que uno de los principales retos en las causas por narcotráfico es el análisis técnico de las sustancias secuestradas. “El testeo es un procedimiento costoso que debe aplicarse con criterio. Si hay acuerdo de condena, no hace falta avanzar con estudios más complejos. Pero cuando se investiga la trazabilidad o vínculos entre organizaciones, sí se envía a peritar”, detalló.
En esos casos, explicó, tanto la provincia como la Nación coordinan el uso del cromatógrafo de cocaína, aunque los insumos “son costosos y deben importarse”, por lo que se reservan para causas de mayor complejidad.
Del operativo participaron también el fiscal general del Ministerio Público de Neuquén, José Gerez; la asistente letrada Mariana Querejeta, coordinadora del área de microtráfico; y los fiscales Matías Zanona, Vanesa Rebolledo Venencio, Ángela Cecilia Pagano Mata e Ignacio Oller.
Con esta segunda destrucción de estupefacientes, la Justicia Federal cierra el primer año operativo del sistema acusatorio en la región, consolidando una política coordinada de combate al narcotráfico y al crimen organizado en el norte patagónico.


