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¿Jugar bien y perder o jugar mal y ganar? Una pregunta sin respuesta como el juego del huevo y la gallina. Lo cierto es que, en este comienzo de torneo hay equipos que permiten ilusionarse. El recuerdo de la solidez y eficacia del Boca Jrs de Carlos Bianchi, el trabajo de posesión del Newell’s de Gerardo Martino o por momentos, la velocidad y precisión del River de Marcelo Gallardo, son algunas muestras que en el fútbol argentino se puede.

Cuanto más fácil es el deporte para el Xeneize con Fernando Gago y Nicolas Lodeiro en cancha… Estos y de la mano del equipo del Vasco Arruabarrena están tomando ventaja. Sin ver el marcador, Boca dio en el Cementerio de los Elefantes una gran pauta de lo bien que se puede jugar con dos hombres que entienden este fútbol con tal claridad. Pero el destino quiso que el partido termine empatado, pero ellos les darán muchas más alegrías que tristezas al público boquense.

Si nos remitimos al único puntero del certamen, Rosario Central, debemos hablar de una mezcla perfecta de experiencia y juventud, en ambos casos de corazón Canalla. A Eduardo Coudet lo ubicamos entre los inexpertos, ya que es la primera vez que se sienta en un banquillo futbolístico. La Academia rosarina presenta un cuadro práctico a la hora de brillar en un campo de juego. Los hombres del Chacho hacen su trabajo a la perfección para encontrarse con puntaje ideal al término de la cuarta fecha.

Recordar el pasado nos nutre de melancolía, siempre y cuando, aquello que pasó sea satisfactorio. En el caso de River nada es beneficioso sí hablamos de algunos años atrás. La displicencia y la falta de carácter para mantener el resultado del domingo ante Unión, nos hizo recordar los momentos más tristes de la historia millonaria. La confianza que entrega Marcelo Gallardo sobre los jóvenes, no es recíproca.
El conjunto de Nuñez está muy lejos del nivel mostrado en el semestre pasado y poco tiene que ver el conocimiento de los rivales por el planteo de los hombres del Muñeco… A La Banda le falta definición y solidez, que fueron dos características fundamentales que reinaron en el equipo el año pasado.

Sin embargo, se me viene a la mente una frase de Edgardo Bauza que dijo hace unos meses atrás: «al hincha le importa un carajo jugar bien, quiere ver ganar al equipo», y coincido con vos, Patón. Pero tengamos en cuenta que el día que tu equipo juegue bien y gane, la alegría será doble.