Buenos Aires.- «Fue difícil bajarme de Australia pero pusimos en la balanza mi carrera y mi futuro y ahí se hizo sencillo», contó Juan Martín del Potro del momento en el que decidió, a horas de su debut, que no jugaría el primer Grand Slam del año luego de que en el ATP de Sídney, el torneo que marcó su regreso al circuito, volviera a sentir dolores en la muñeca izquierda que se había operado en marzo y que lo tuvo casi 11 meses fuera de competencia.
En Sídney jugó tres partidos, demasiado para sus pretensiones iniciales. Luego de su eliminación ante Mikhail Kukushkin había advertido en conferencia que los dolores se habían intensificado pero anticipó que viajaría a Melbourne para jugar el Australian Open. Apenas horas después, se oficializó que se había bajado y, en este sentido, el tandilense explicó: «Nunca se me había ido el dolor pero tenía muchas ganas de jugar, de estar otra vez en una cancha. Sentía que yendo a un torneo iba a avanzar mucho más que estando en mi casa por eso fuimos a Sídney pero el dolor era muy alto y ya en Australia no iba a estar en condiciones de hacer un buen torneo. Por eso el médico me aconsejó que lo vaya a ver y me operó».
La del martes fue la tercera operación de muñeca que sufrió Del Potro. La primera fue en mayo de 2010, en la derecha. La segunda en marzo de 2014 en la izquierda, la misma que volvió a ser intervenida hace 48 hs. «Son decisiones que tomo pensando en el mucho tiempo que quiero jugar al tenis. Quiero que mi carrera sea más importante que estas operaciones que vengo teniendo», explicó.
Al ser consultado sobre si en algún momento malos pensamientos pasaban por su cabeza respecto del futuro de su carrera, respondió que «cada jugador sufre lesiones, hoy a mí no me toca lidiar con la presión del ranking y de los partidos. Éste es el más complicado que me ha tocado jugar en mi carrera pero estoy dispuesto a poner ganas, ojalá pueda jugar muchos años más», lanzó.
Juan Martín desmintió que haya analizado la opción de cambiar su revés, de dos manos a una, como había trascendido, para minimizar la posibilidad de la reaparición de los dolores en su muñeca: «No sé pegar a una mano… Cuando quise aprender para divertirme, Franco (Davin, su entrenador) no me lo quiso enseñar y todavía estamos haciendo todo lo posible para tener el revés que siempre tuve y pegarle fuerte como a mí me gusta».
Por último, Juan Martín se refirió a cómo ha cambiado su vida a partir de la lesión: «Para un tenista siempre es difícil tener tiempo libre. Con esto que me pasó el año pasado lo tuve de sobra y ahora espero que estos 10 o 15 días que tengo para empezar la rehabilitación sean los últimos libres que tengo. Quiero volver a disfrutar dentro de una cancha», apuntó.
Infobae