José López baila desnudo frente a las cámaras de seguridad

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Buenos Aires.- Así lo manifestaron fuentes de la investigación, quienes señalaron que López pasa de bailar desnudo ante las cámaras de seguridad, a llamar a los gritos al ex gobernador de Tucumán y actual senador nacional José Alperovich, que -dice- le había prometido ser candidato a gobernador de esa provincia, para, luego, hablar como si nada de esto hubiese sucedido.

Todo esto sucede día a día en el sector del penal de Ezeiza correspondiente al Programa Interministerial de Salud Mental Argentina (Prisma).

Las fuentes incluso cuentan que cuando López fue llevado a declarar en ambulancia a los tribunales federales de Comodoro Py fue por “precaución”, porque él insistía en que se sentía mal, pero en realidad la evaluación que le habían hecho los médicos del Poder Judicial indicaba que podía ser trasladado normalmente.

“López de repente se pone a gritar, incluso el otro día llamaba a Alperovich para que vaya a verlo, y decía que le había prometido ser candidato a gobernador de Tucumán”, provincia de la que el ex funcionario es oriundo, aportaron las fuentes.

El Prisma, que es el área dedicada a los detenidos con problemas psiquiátricos y de adicciones del Hospital Penitenciario Central (HPC), es un lugar muy custodiado, con fuerte presencia de personal de seguridad y de cámaras, precisamente porque se trata de un sector que está más abierto que el resto de los módulos.

“El Prisma es un lugar donde los detenidos quieren estar: sus celdas son más grandes, los espacios comunes más abiertos, y está próximo a la entrada, con lo cual existe en muchos de ellos la fantasía de escaparse”, cuentan las fuentes.

Luego de cada uno de estos ataques de gritos o de locura, López es sedado por los médicos del Prisma, y así pasa sus días, entre los gritos y las sedaciones, sin que realice ninguna otra actividad.

Hasta el momento la única persona que lo visita es su mujer, que fue a Ezeiza hace dos sábados, y, según cuentan, “se cruzó con la abogada (Fernanda Herrera), discutieron y la sacó” de la defensa de su marido.

El Prisma es normalmente un lugar de tránsito, en el que los detenidos son llevados cuando requieren compensación por problemas psiquiátricos, pero, en el caso de López, desde que llegó al penal de Ezeiza, permanece allí sin que los médicos puedan estar seguros que su estado es realmente el que se ve.