Guillermo Pereyra expresó su beneplácito por la aprobación de la Ley para reactivar el Sistema Ferroviario‏

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El senador nacional por Neuquén (Movimiento Popular Neuquino), Guillermo J. Pereyra, expresó su beneplácito por el tratamiento en el recinto del Senado de la Nación, del proyecto de Ley del Poder Ejecutivo que declara de interés público la reactivación del sistema ferroviario y crea la empresa Ferrocarriles Argentinos S.E., “que pone nuevamente en manos del Estado Nacional a los ferrocarriles argentinos, que nunca debieron  haberse privatizado”.

El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, vió con satisfacción que en el informe presentado por el Ministro de Transporte, Florencio Randazzo, se encuentre contemplada la construcción de vías para llevar al yacimiento Loma Campana, ubicado sobre la formación geológica Vaca Muerta, “para terminar con el acarreo de arenas para la fractura hidráulica que hace que más de 3.000 camiones por día circulen por  la provincia del Neuquén, evitando así cientos de accidentes que diariamente ocurren en las rutas”.

Sin embargo, Pereyra aseguró que si bien el proyecto es apoyado por la mayoría del Congreso y la opinión publica, “creo que llega doce años tarde y que debieron ocurrir tragedias como la de la Estación Once, para que el gobierno se diera cuenta de que durante todos estos años se gastaron más de 100.000 millones de pesos en subsidios al sector ferroviario que sólo sirvieron para alimentar las sospechas de corrupción”.

El senador recordó que la inmensa transferencia de fondos no sirvió ni siquiera para mantener los ramales que estaban operando, “dejando deterioro de vías, material rodante destruido y la secuela de muchas vidas inocentes perdidas a la luz de una inacción del Estado y los concesionarios”.

El también secretario adjunto de la Confederación General del Trabajo, hizo un repaso de la historia ferroviaria nacional e hizo hincapié en los 80.000 puestos de trabajo perdidos con la privatización, que “significó no sólo perder el trabajo sino el sentido de la vida para trabajadores ferroviarios, que como los ypefianos, se sentían absolutamente identificados con sus empresas estatales”. “Me parece que esto es fundamental, porque hay que reconocer que tenemos una masa creciente de población joven con dificultades laborales”, remarcó.

Finalmente, el dirigente insistió en que el ferrocarril debe dejar de perseguir la ganancia como objetivo, “para ponerse íntegramente al servicio de los requerimientos nacionales”, y objetó que el proyecto deje abierta una puerta a la administración privada, “que tanto daño ha hecho a este país”.

De esta manera, y a pesar de las objeciones, el senador adelantó su acompañamiento al proyecto.