A casi cinco meses de la muerte de Alberto Nisman, la fiscal Viviana Fein afirmó que ya está hecho “el 80 de la investigación, o tal vez más”, pero siguen las dudas sobre lo que ocurrió en el departamento de la torre Le Parc el fin de semana del 17 y 18 de enero: aún no se determinó si se trató de un asesinato o un suicidio.
La funcionaria judicial sostuvo que todavía no tiene una hipótesis privilegiada sobre lo que ocurrió, porque en el tramo final de la pesquisa pueden aparecer datos relevantes.
«No podemos hablar sin la pericia tecnológica terminada, sería imprudente», explicó la fiscal. «Después (de finalizar la tarea) haré un pronunciamiento para que la jueza lo evalúe y decida si lo homologa o no. Tenemos que analizar todo sin usar una prueba en desmedro de otra. Debe ser un dictamen debidamente fundado», indicó.
La fiscal, quien fue recusada y acusada de alentar la hipótesis del suicidio por la jueza Sandra Arroyo Salgado (ex esposa de Nisman), volvió a defender los peritajes ante los cuestionamientos que surgieron sobre el operativo en Le Parc (“No hubo un procedimiento irregular”, sentenció) y, en referencia a la trascendencia política de la causa, remarcó: “No se puede contentar a todo el mundo”. “Voy a calificar la conducta como lo hago en cada caso, les guste o no a los demás”, agregó.
Los principales puntos pendientes en la investigación son dos. Por un lado, el peritaje tecnológico que esá haciendo la división Cibercrimen de la Policía Metropolitana: incluye un misterioso ingreso a su netbook poco antes de que encontraran su cuerpo, así como el análisis de sus teléfonos, otros dispositivos personales y cámaras de seguridad del edificio. Además, resta que el área de Fraudes Bancarios de la Federal complete los cruces de llamadas.