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Comenzó una de las semanas más importante de este 2015 para Boca y River. Luego de la victoria del Xeneize por el torneo local por 2 a 0 y el triunfo del Millonario por 1 a 0 en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, los equipos de Rodolfo Arruabarrena y Marcelo Gallardo afrontarán el gran objetivo de la temporada en el mes de mayo.

Ambos equipos apostaban en el comienzo de la pretemporada a ser protagonistas del certamen de clubes más destacado del continente y en caminar en los puestos de arriba en el certamen de primera división. Tanto Boca, como River, sabían que el medio local se definiría en Noviembre, por lo que la Copa Libertadores pasaba a primer plano.

El destino, los resultados y el funcionamiento de cada uno los llevó a que en el quinto mes del año, el balance de 2015 ya comience hacer un tema. Es por eso que sus compromisos del domingo fueron llevados a cabo por equipos netamente alternativos y los resultados poco importaron a su gente.

La ventaja en la Copa está a favor de River, quien se impuso en el Monumental por la mínima diferencia y con el agregado de no recibir goles como local. El fantasma Xeneize de lo ocurrido en la Sudamericana 2014 comienza a aparecer por el barrio de La Boca. Claro que la institución más exitosa de la Argentina tiene a su favor la mística de saber disputar este tipo de adversidades.

El jueves por la noche sabremos si las historias de los dos clubes más importantes de la argentina se modificaran. El Xeneize tiene en sus vitrinas innumerables hazañas en esta Copa, mientras que el Millonario deberá sobreponerse a sus flojos resultados en la Libertadores.

De fútbol poco se habla en estas últimas semanas. Boca y River nos han mostrado que lo único importante es el resultado final. La disputa deportiva en los últimos dos compromisos fue muy pobre. El conjunto del Vasco Arruabarrena no logró mantener su gran funcionamiento y los hombres de Gallardo volvieron a imponer su juego brusco, como nos tienen acostumbrado cada vez que se miden a su clásico rival.

La muy buena performance de Patricio Loustau, por el torneo local, y la pésima actuación de Germán Delfino, en la ida de la Libertadores, le servirán al neuquino Darío Herrera para saber con qué se va a encontrar en La Bombonera. El hombre nacido en Andacollo debutará en un Superclásico, ni más ni menos que en el más importante de los últimos 10 años.

Estas son las cartas de Boca y River para el compromiso del próximo jueves. Sólo uno seguirá con vida en la Copa Libertadores. Será cuestión de esperar y ver lo que ocurra en La Bombonera para felicitar al ganador y ofrecerle el hombro al perdedor.