Estación espacial: nación y provincia minimizan críticas

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Neuquén.- El acuerdo con China por la instalación de una estación espacial de exploración de la Luna, trajo cierta polémica en sectores de la oposición y los medios de comunicación.

Rodolfo Laffite, Secretario de Gestión Pública de Neuquén, le dijo a TUNOTICIA.COM.AR que “las críticas son totalmente infundadas” y argumentó que “será de uso compartido, no solamente de China”.

El funcionario le explicó a este medio que “como mínimo el 10% del tiempo será utilizado por la Conae” para realizar monitoreos. Laffite aseguró que “es todo totalmente transparente”. Expresó que le llama la atención que desde algunos sectores se preocupen ahora, cuando “hace un tiempo se instaló una antena de la Agencia Espacial Europea en Malargue (Mendoza) y no se dijo nada”. “Si hicimos acuerdos con los europeos o los Estados Unidos, por qué no vamos a hacerlos con China” sentenció.

La aclaración tiene que ver con que el proyecto ya se puso en marcha en Bajada del Agrio, y existe preocupación por la posibilidad de que Pekín utilice este predio de 200 hectáreas con fines militares.

Según la nota que se publica hoy en la página web de La Nación, la construcción de la estación anteponiéndose a cualquier aval parlamentario no sería el único dato llamativo. Según argumenta la nota “Los anexos reservados que contienen la letra chica para el desarrollo final de la estación espacial que se firmaron con la Comisión Nacional de actividades Espaciales (Conae) están bajo siete llaves” y “sólo se dio a conocer una parte del proyecto”, para su aprobación en el Congreso.

El texto también habla de “una exención impositiva total para los chinos por los 50 años que durará la concesión de tierras; la Argentina no interrumpirá las actividades normales que se realicen en la estación espacial; los empleados de China que trabajen en Neuquén se regirán bajo la legislación de Pekín”.

Por su parte desde la Casa Rosada, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y la embajada China en Buenos Aires también trataron de restarle dramatismo al tema.

El secretario general de la Conae, Félix Menicocci, dijo en el Senado que «no habrá personal militar de China en el proyecto» y minimizó el impacto geopolítico a nivel mundial que podría tener la presencia de una estación espacial china en Argentina.

A la vez, fuentes de la Conae consultadas dijeron que la antena que se instalará en la estación de Bajada del Agrio en Neuquén «contendrá equipamiento apuntable a un sector determinado del espacio, pero no servirá para seguimiento de misiles ni móviles veloces». Esto significa que, según la versión oficial de la Conae, esa antena no tendría capacidad para hacer seguimiento de misiles en el futuro, aunque no es lo mismo que piensan altos funcionarios del Ministerio de Defensa.

Como una forma de justificar el acuerdo con China, en la Casa Rosada dijeron que el proyecto dejará una inversión de 300 millones de pesos y que en la estación espacial «residirán 10 científicos chinos todo el año y 25 rotarán».

En su reciente visita a Pekín, el ministro de Planificación, Julio De Vido, calificó como un «nuevo hito» la relación entre ambos países. Al hablar sobre la estación espacial de China en Neuquén, De Vido destacó: «Nuestro país, que cuenta con gran experiencia, capacitación de recursos humanos y desarrollo propio en materia aeroespacial, como satélites de observación de la Tierra, de telecomunicaciones, y que está desarrollando su propio lanzador de satélites Tronador II, podrá también formar parte del reducido grupo de países que realizan exploración del universo».

Por otra parte, fuentes de la embajada de China en Buenos Aires dijeron que «en contraste con las inversiones comerciales, este proyecto es una obra pública de uso civil, sin fines de lucro, y no tiene participación de militares».