Desde La Angostura, Macri dio su saludo de fin de año

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Villa La Angostura.- El presidente Mauricio Macri se encuentra junto a su familia en la localidad de Villa La Angostura. En el exclusivo country Club Cumelén recibirá el 2018.

Pero antes de que se vaya el 2017, el mandatario escribió una carta que fue publicada en el diario Los Andes de la provincia de Mendoza.

A continuación te dejamos el escrito completo:

Éste es un día especial, de balances, sueños que nacen y proyectos que cobran un nuevo impulso. En algunas horas, vamos a estar festejando el año que comienza y sé que, cuando se hagan las 12 y nos miremos a los ojos, hay deseos en los que vamos a coincidir.

Porque, en Mendoza y en cada provincia del país, todos queremos vivir en paz y en libertad, estar rodeados de amor, que nuestros afectos estén sanos y tener esa oportunidad que nos permita demostrar lo que somos capaces de hacer; esa oportunidad que nos haga sentir que somos buenos en lo que hacemos, que somos valorados y que nuestra tarea diaria hace la diferencia.

Estamos cerrando un 2017 lleno de desafíos, de crecimiento y aprendizaje; un año en el que hubo momentos difíciles pero siempre apostamos al diálogo y al trabajo en equipo, partiendo desde la verdad y superando juntos los obstáculos que se nos fueron presentando.

Así, logramos que este fin de año nos encuentre mejor que el año pasado y estoy seguro de que el próximo va a ser aún mejor. Eso nos va a confirmar que esto que empezamos juntos va bien, que el esfuerzo vale la pena y que estamos construyendo esa Argentina que siempre quisimos.

Ese es el desvelo que comparto con el equipo de trabajo desde que asumimos. Pero si hay algo que tenemos claro desde el primer día, es que a un país no lo hace un gobierno.

Un país es la escuela, sus chicos y sus maestras; es un club y sus socios que comparten día a día con pasión y compañerismo; es un hospital con sus médicos y enfermeras; es una pyme con sus emprendedores y empleados; son nuestros jubilados, que instalaron la cultura del trabajo para siempre; un país es su gente, con sus sueños, sus talentos y su esperanza.

Es por los argentinos y con los argentinos que trabajamos este año, y juntos logramos muchas cosas: con el crédito hipotecario a 30 años, 60 mil familias están haciendo de un sueño una realidad, transformando el esfuerzo mensual de un alquiler en tranquilidad y futuro.

Por eso era importante salir del default y acceder al crédito internacional, porque bajaron las tasas de interés y muchos argentinos se animaron a apostar al largo plazo, a su propio desarrollo.

Así también pudimos lanzar la nueva edición del plan Procrear, orientándola a quienes realmente lo necesitan. Y Argenta, que brinda créditos a quienes antes no podían acceder a uno. Hoy los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, pensiones por discapacidad, pensiones no contributivas y nuestros jubilados, se libraron de los prestamistas informales que les cobraban tasas usureras y pueden estar tranquilos de que el Estado los acompaña en sus proyectos y confía en todo lo que son capaces de hacer.

Con la Reparación Histórica, que lanzamos en 2016, este año alcanzamos a más de 1.180.000 personas y con la Ley de Reforma Previsional, les garantizamos a nuestros abuelos que sus ingresos van a crecer por encima de la inflación. Esto les da tranquilidad y estabilidad a nuestros jubilados, que en esta etapa de sus vidas merecen disfrutar y descansar después de años de trabajo.

El Indec volvió a ser confiable y hace unos meses pudimos confirmar, sin engaños ni trampas, que la pobreza empezó a reducirse. Para seguir avanzando en ese camino, el presupuesto 2018 cuenta con la mayor inversión social de nuestra historia y vamos a seguir trabajando para que todos aquellos que todavía esperan una oportunidad puedan ser también protagonistas del desarrollo argentino. Ése es mi principal compromiso y la meta por la que quiero que sea evaluado mi gobierno.

Hoy, gracias a que la AUH alcanza a los hijos de monotributistas y de trabajadores temporarios, muchas más familias tienen la tranquilidad de sentirse acompañados en la educación, la alimentación y el cuidado de sus hijos.

Salir de la pobreza también es contar con derechos básicos, universales, como el acceso al agua potable y cloacas: este año el Plan Nacional del Agua siguió avanzando en todo el país, así como lo hicimos con la construcción de 78 mil viviendas, de las cuales 15 mil fueron terminadas y hoy son el hogar donde muchas familias están cerrando el año.

También es fundamental encontrar ese trabajo que nos dignifica, que nos llena de energía para empezar el día con entusiasmo. Por eso generamos mesas de diálogo con gobernadores, el sector privado y representantes de los trabajadores, para impulsar la competitividad y el empleo en distintos sectores productivos.

Sabemos que falta, y por eso vamos a seguir trabajando, pero este año logramos los mayores niveles de trabajo registrado de nuestra historia, con más de 12 millones de personas que tienen un empleo formal, de calidad, y ese es un gran avance.

“También avanzamos en la integración inteligente al mundo, y el mundo respondió.”

Con la Ley Pyme, 850 mil pequeñas y medianas empresas -que son las que generan más del 70% del empleo privado en el país- pudieron empezar a crecer y dar trabajo a más personas. Y, como estamos convencidos de que los empleos del futuro vienen de la mano de los pequeños emprendimientos, este año impulsamos la Ley de Emprendedores, que permite crear empresas en menos de 24 horas, a un costo menor que antes y con menos trabas.

Para que podamos transportar todo eso que producimos, para que el valor de nuestro esfuerzo llegue cada vez más lejos, seguimos avanzando con el plan de infraestructura más ambicioso de la historia.

Estamos construyendo 1.300 kilómetros de rutas y autopistas, además de obras en puertos y aeropuertos. Y estamos revolucionando el sector aéreo con la mayor cantidad de pasajeros transportados a más destinos y a un menor precio. En 2017, hubo 1 millón y medio más de pasajeros que en 2016 y miles de argentinos volaron por primera vez.

Entre enero y septiembre, alcanzamos un récord histórico en ocupación de hoteles gracias a los más de 15 millones y medio de turistas que recorrieron nuestro país. El Norte Grande tuvo su mejor temporada invernal de la historia y eso significó más mesas ocupadas en los restaurantes, más viajes para los choferes, más gente en las peñas, más trabajo de calidad.

También avanzamos en la integración inteligente al mundo, y el mundo respondió. Por primera vez, la Organización Mundial de Comercio, que es el mayor foro comercial, se desarrolló en nuestra región y hace poco asumimos la primera presidencia latinoamericana del G20. Durante 2018, vamos a trabajar en conjunto sobre soluciones a los grandes desafíos globales, que compartimos y por los que tenemos que juntarnos.

Todo esto fue posible porque los argentinos decidimos que pase. Porque superamos los miedos y la desconfianza, dejamos de lado la resignación y empezamos a creer en nosotros mismos. Porque creció en cada uno de nosotros algo que hacía años no crecía: la esperanza.

Tenemos un largo camino por delante y más de una vez nos vamos a encontrar con dificultades. Pero cada día que pasa entendemos que los cambios no se dan de un día para el otro; que lo bueno, lo que vale, cuesta, pero queda para siempre. Y que, a medida que pasen los años, cuando miremos hacia atrás, vamos ver que estamos construyendo algo firme, sólido, que incluye a todos los argentinos.

Y, lo más importante, algo que nos garantiza que nuestros hijos van a tener un lugar donde poder desarrollarse, porque juntos estamos haciendo un país con gran futuro por delante.

¡Felicidades, y por un gran 2018 para todos!