Buenos Aires.- El precio de la harina tuvo un nuevo incremento, el tercero en lo que va del año, convirtiéndose así en uno de los productos más sensibles al impacto inflacionario. Sumado a esto algunos molinos harineros no venden el insumo por la especulación del cambio.
Según señaló Bruno Prizzon, presidente de la Cámara de Panaderos, “la bolsa pasó de 300 pesos en enero a 800 pesos”.
“No podemos asumir más los industriales estas subas. El pan francés pasó a 60 pesos, el mignon a 65 pesos, el criollo común 100 pesos, la factura comùn 12 pesos y la especial 15 pesos”, dijo.
El impacto de la escalada del dólar y los reacomodamientos inflacionarios en la economía sacudieron con fuerza la actividad harinera, que tiene en la producción de pan y otros panificados uno de sus principales derivados, aunque también se deben sumar la elaboración de pastas secas y frescas y muchos otros alimentos más.
«Lo único que pedimos es que bajen la harina, sino el precio del pan debería ser 80 ó 90 pesos , se les va a complicar a la gente la compra de pan», alertó el presidente del Centro de Industriales Panaderos del Oeste, Rodolfo Silva.
