Randazzo jugó un papel decisivo para la reapertura de la causa por los sobreprecios

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Capital Federal.- La investigación por la compra con sobreprecios de 171% de trenes rotos y obsoletos a España y Portugal es la historia de una causa que murió y resucitó casi milagrosamente con la colaboración menos pensada de un ministro de Cristina Kirchner y de la Auditoría General de la Nación.

En 2009, el juez Norberto Oyarbide investigaba a Jaime por enriquecimiento ilícito. Espoleado por el fiscal Carlos Rívolo, allanó las oficinas de Manuel Vázquez, jefe de asesores del ex secretario de Transporte en Retiro, junto al Sofitel. Se encontró con 11 computadoras y sus archivos borrados, pero se pudieron recuperar 26.000 mails que revelaron todo tipo de delitos de corrupción en el gobierno kirchnerista y sirvieron para abrir una decena de investigaciones contra Jaime y Vázquez.

Los correos eran explícitos. Se hablaba de comisiones infladas, «regalos para los nuestros», «dinero para la banda» operaciones de todo tipo, entre trenes de alta velocidad, compra de aviones Embraer, el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, el terraplén de la laguna La Picasa y fotos del avión privado comprado y usado por Jaime como propio.