Neuquén.- El Senasa modificó las condiciones sanitarias para el ingreso de carnes (con o sin hueso), productos cárnicos y material reproductivo, desde las zonas libres de Fiebre aftosa con vacunación hacia regiones del país donde no se aplica la vacunación.
La novedad encendió alarmas tanto a favor como en contra. El móvil de La Red Neuquén buscó la palabra de alguien que día a día esta cerca de la carne.
Carlos, carnicero de muchos años de antigüedad, dio unos minutos de su jornada laboral para hablar sobre la noticia del día.
En su comercio de la calle Belgrano de Neuquén capital, el comerciante le hace frente a las dificultades económicas.
«Hacer un asadito hoy cuesta bastante. La gente lo piensa dos veces. Las ventas bajaron un poco, pero el consumo de carne sigue estando», manifestó.
Respecto a la habilitación de carne con y sin hueso dispuesta por Senasa, afirmó que «es una buena noticia».
«Es probable que haya más competitividad. Ojalá lleguen los cortes a un precio óptimo para que los valores en el mostrador bajen», agregó.
En esa línea, el hombre aseveró que «si cae el precio de la media res bajarán los valores, de eso ni hay dudas».
Mientras en Neuquén se hacen malabares para la adquisición de un corte de carne, en la gran ciudad parece que todo es mucho más accesible si hablamos de este producto.
En los comercios del barrio porteño de Palermo, las pizarras muestran precios casi envidiables en relación con las «ofertas» en la Patagonia.

La carteleria es clara. El kilo de los cortes más conocidos rondan entre los 8 mil y los 12 mil pesos en general.
Tal vez la definición de Senasa genere que los carteles de las carnicerías en Neuquén y el resto de la Patagonia tengan precios más accesibles. Como todo es muy reciente solo queda esperar.