El gobierno nacional daría marcha atrás, al menos temporalmente, con la decisión de levantar la barrera sanitaria que impide el ingreso de carne con hueso a la Patagonia. Así lo comprometieron funcionarios del Ministerio de Economía este martes en diálogo con representantes de la región. En este contexto, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, mantuvo contactos con el ministro Luis «Toto» Caputo, quien habría planteado una postergación de la medida por 90 días y la apertura de una mesa de diálogo.
La medida del gobierno nacional había quedado oficializada con la resolución 180/2025 del Senasa, publicada este martes en el Boletín Oficial. Dicha normativa modificó las condiciones sanitarias para el ingreso de carnes (con o sin hueso), productos cárnicos y material reproductivo desde zonas libres de fiebre aftosa con vacunación hacia regiones donde no se aplica la vacunación. Esta decisión implicaba la eliminación de la restricción vigente en la barrera sanitaria del río Colorado, vigente hace más de dos décadas.
La resolución generó un fuerte rechazo en los gobiernos provinciales de Neuquén y Río Negro, cuyos funcionarios advirtieron sobre el riesgo que la medida representaría para el estatus sanitario de la región. El gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, criticó con dureza la decisión y afirmó que «destruye lo que miles de productores construyeron con esfuerzo durante dos décadas». Además, señaló que «un burócrata pretende borrar todo de un plumazo para favorecer a los grandes supermercados y exportadores».
En la misma línea, el secretario de Producción de Neuquén, Juan Peláez, calificó la medida como «sorpresiva e inconsulta». Figueroa, quien se encontraba en Buenos Aires, mantuvo conversaciones con funcionarios de Ganadería y con el propio ministro de Economía en busca de una solución que contemple las preocupaciones del sector productivo patagónico.
Por ahora, el gobierno nacional evaluaría una suspensión temporal de la resolución y la apertura de una mesa de diálogo con las provincias afectadas. La postergación de la medida permitiría discutir su impacto en la producción ganadera y en los mercados de la región.