El Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa anunció una medida de fuerza para la próxima semana que afectará la producción en Vaca Muerta. El paro comenzará el miércoles 30 de julio a las 20 horas —con el cambio de turno— y se extenderá hasta el viernes 1 de agosto.
La protesta responde a la falta de respuestas ante los 1.200 despidos y más de 2.000 suspensiones que afectan al sector. Según informaron desde el gremio, la denuncia ya fue presentada ante el Ministerio de Trabajo.
“Esto no es una crisis, es una decisión empresaria”, sostuvo Marcelo Rucci, secretario general del sindicato, quien acusó a las operadoras de “sacarse de encima” a trabajadores pese al crecimiento sostenido de la producción.
Rucci cuestionó duramente la falta de diálogo con las empresas, que —según señaló— desoyeron todas las propuestas presentadas por el gremio para sostener los puestos laborales hasta 2026, cuando entren en funcionamiento los nuevos ductos de transporte.
“Hemos intentado construir un puente al 2026 para sostener el empleo, pero no hemos sido escuchados. Hoy hay miles de trabajadores en sus casas cobrando el básico, y todos sabemos que eso es antesala de más despidos”, alertó.
El dirigente fue enfático: “No vamos a discutir ninguna otra agenda si no es con los trabajadores adentro. En el peor momento de la industria estuvimos, y ahora que la producción bate récords, no pueden dejarnos afuera”.
Rucci también apuntó contra lo que consideró un doble discurso de las empresas: “Alcanzamos antes de tiempo la meta de los 600.000 barriles por día gracias al esfuerzo de miles de trabajadores, y ahora los están echando. Es un golpe muy duro”.
En ese sentido, advirtió que Vaca Muerta “solo será sostenible si incluye a los trabajadores como una parte central del desarrollo”. Y cerró con un mensaje contundente: “Si no nos escuchan, nos vamos a hacer escuchar. Y si la tenemos que romper nosotros, no tenemos problema en hacerlo”.