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La fecha número 6 del fútbol argentino llegaba al domingo a la noche con la gran victoria de Independiente y Huracán, el empate de Rosario Central y el triunfo de River en el Monumental, faltaba solo saber lo que iba a suceder en San Juan entre San Martín y Boca y lo que podría llegar a ocurrir el lunes.

Mucho se podía analizar, hasta allí, de una nueva jornada del Torneo de Primera División, pero sin lugar a duda lo más importante iba a llegar al minuto 27 del complemento del partido disputado en la región de Cuyo cuando Agustín Orión choca con Carlos Bueno. De allí en más, todos sabíamos que sólo se iba hablar de esta jugada en relación a la fecha. Rotura de tibia y peroné para el delantero uruguayo y entre 6 y 8 meses fuera de las canchas.

Una jugada desafortunada la que les toca vivir, tanto al jugador del santo sanjuanino, como al arquero Xeneize. En las últimas horas del domingo, Orión era señalado como un verdadero asesino, sin tener ningún tipo de prueba, más que la lesión provocada y lo que mostraban las cámaras de televisión.

El fútbol argentino se está acostumbrando a buscar culpable de todo tipo sin importar la persona, sea una lesión, un penal no cobrado, un hecho de violencia o simplemente un mal o buen resultado para algún que otro equipo.

Orión, con algún que otro antecedente no muy grato, se vio en el ojo de la tormenta por varias horas. Finalmente llegó la prueba que determinó que era inocente. La tapa del Diario deportivo Olé muestra claramente que la intención del jugador de Boca no es lo que finalmente ocurrió.

La mala leche o mala intención de un jugador no se debe medir por la gravedad de la lesión que pueda llegar a provocar. Es un error pensar que un futbolista es tal o cual cosa sí lastima a un colega por «x» motivo. Hay cuestiones que las marcan el destino o solo una jugada infeliz. Orión salió a cortar una jugada de peligro y tuvo la mala fortuna que impacta con su rodilla la pierna de su rival.

El que ha jugado al fútbol es muy consciente que una cosa es ir con los dos pies hacia delante y otra es ir a disputar un balón como lo hizo el arquero Xeneize. Queda más que claro que para este tribunal de justicia, Orión es inocente.