Mangeri dijo que es inocente y que la Policía lo «apretó»

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A pesar de que la defensa de Jorge Mangeri había pedido suspender la continuidad del juicio por el crimen de Ángeles Rawson, el tribunal oral decidió seguir con la segunda audiencia. Desde el banquillo, el portero, único sospechoso, denunció que fue amenazado por la policía para que se hiciera cargo del crimen. Y, además, aseguró que le pidieron que diga que la joven era una «histérica» que lo «provocaba».

Declaró que se enteró por TV del hallazgo del cuerpo de la joven de 16 años en el predio de la Ceamse en José León Suárez y que «lloró abrazado a su esposa». Tras reiterar que es «inocente», el encargado del edificio de Ravignani al 2300 dijo: «Por televisión nos enteramos que habían encontrado el cuerpo. Nos pusimos mal con mi esposa, lloramos abrazados».

Esta es la primera declaración de Mangeri ante el tribunal oral que lo juzga, luego de dormirse durante la lectura de las acusaciones en la primera audiencia. El portero – procesado por abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado y femicidio agravado por haber sido cometido criminis causa (para ocultar el primer delito)- acusó que la Policía «lo apretó» y que fue «presionado» y «amenazado» por un jefe policial para que se confesara como autor del asesinato.

Según su relato, en ese momento un hombre que se hallaba dentro de «un auto oscuro» lo interceptó y lo amenazó: «Hijo de puta, sabés lo que tenés que hacer. Andá a declarar y hacete cargo o te va a pasar lo peor».

Luego, acusó directamente a la policía y dijo que al día siguiente, el viernes 14 de junio, lo subieron a un patrullero, lo esposaron, lo encapucharon, le pegaron y lo quemaron, mientras lo amenazaban para que se hiciera cargo del homicidio de la adolescente.

De acuerdo con su relato ante los jueces, Mangeri insistió en que también fue «apretado por un comisario o un subcomisario» cuando se hallaba en la fiscalía de Asaro, esa misma noche.

Además, el portero acusó a la fiscal que instruyó el caso, Paula Asaro, de haberse burlado de él.