La Iglesia pidió a los candidatos presidenciales que hagan sus propuestas «sin incurrir en agresiones»

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Buenos Aires.- Esta mañana los obispos se reunieron para la Conferencia Episcopal Argentina para presentar las reflexiones sobre el año electoral y líneas pastorales del episcopado argentino. En la misma estuvieron presentes en monseñor José María Arancedo; el arzobispo de Santa Fe y Presidente de la CEA, monseñor Carlos H. Malfa; el obispo de Chascomús y secretario General del episcopado, monseñor Jorge Lozano; el obispo de Gualeguaychú y monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo Auxiliar de Buenos Aires.

Allí, se presentó un documento en el que enumeran las distintas intenciones de la Iglesia en temas sociopolíticos, como las elecciones presidenciales de octubre, la inseguridad, el narcotráfico, entre otros. A través de un documento, la Iglesia reclamó que los candidatos presidenciales ofrezcan sus propuestas electorales sin incurrir en agresiones y exigió crecer en madurez para que el cambio de autoridades «no signifique una crisis, sino una alternativa normal de la vida democrática».

«Que se traten con respeto y cordialidad por cuanto no son enemigos, sino adversarios circunstanciales que puedan continuar dialogando y trabajando juntos para el bien común, al día siguiente de la elección. No pedimos un imposible», subrayó.

La Conferencia Episcopal Argentina, que preside monseñor José María Arancedo, presentó el documento «Las elecciones, exigencia de compromiso ciudadano», al término de la 170 reunión de la comisión permanente del organismo eclesiástico.

«El proceso electoral es una preciosa oportunidad para un debate cívico acerca del presente y del futuro que deseamos para la Argentina. Es necesario crecer en madurez para que un cambio de autoridades no signifique una crisis sino una alternativa normal de la vida democrática», señaló la Iglesia en uno de los pasajes centrales del documento.

Además, en ese documento pidieron: «En temas importantes y permanentes, sea posible acordar entre distintos partidos y sectores sociales políticas de Estado que se desarrollen más allá de los cambios de gobierno, de manera que las legítimas iniciativas que cada nuevo candidato proponga implementar no signifiquen hacer tierra arrasada y abandonar todo lo hecho hasta ese momento».

La Iglesia remarcó que hay «objetivos» que deberían ser «compartidos por todos» los candidatos y mencionó, entre otros, «la superación de la pobreza extrema»; «la desnutrición infantil»; «la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural»; «la lucha contra el narcotráfico y la trata de personas»; «la disminución de la inflación que impide el crecimiento y erosiona gravemente los ingresos de los más pobres»; y «la lucha contra toda forma de corrupción».

Y agrega: «Las elecciones de este año, debería ser un momento propicio para iniciar un examen de conciencia colectivo, y para proponernos como sociedad metas exigentes, que nos estimulen a crecer en la cultura del diálogo y el encuentro».