Buenos Aires.- En el Libertadores de América, Independiente empató 1-1 con Tigre en un partido con mucho ritmo y situaciones de gol, pero con el mismo grado de ineficacia especialmente en el equipo de Avellaneda.
La intensidad fue el denominador común en la primera etapa en Avellaneda, con dos equipos apostando con convicción por sus ideales de juego y un árbitro que falló para ambos lados en momentos fundamentales.
El tanto del Chino Luna, luego de una escapada de Sebastián Rincón por derecha, decantó en un sinfín de situaciones destacables. Hasta que llegó la igualdad del Rojo, el protagonista fue el árbitro Fernando Espinoza: debió expulsar por doble amarilla a Luna y Martín Galmarini.
La compensación llegó con un polémico penal a favor del local del arquero Ibáñez a Maximiliamo Meza que Víctor Cuesta cambió por gol.
En el complemento la balanza se inclinó completamente para el lado del local, ya que el visitante apostó todo su capital a acertar una contra que nunca llegó. Las más claras estuvieron en los pies de Rigoni y Sánchez Miño, pero la buena intervención del arquero ahogó los gritos.
Mereció más Independiente, pero su errático andar le significó llevarse apenas un punto.
El Rojo quedó con ocho unidades al igual que Racing, por debajo de Estudiantes (tiene 9 y mañana recibe a Temperley) y el líder Newell’s, que hoy venció a Atlético Tucumán. El Matador sigue hundido en la tabla de colocaciones sin poder conseguir un triunfo.
