Neuquén.- En la pista del Parque Oeste de Neuquén capital practican unos 60 chicos, pero les cuesta hacerlo con normalidad. Es más, hace algunos días volvieron a quedarse sin luz en buena parte del trazado y el único poste que funciona es un peligro.
«A tres chicos les dio corriente ayer, y también a una mamá. Imaginate qué puede pasar si alguno de los nenes está transpirado y lo toca… Ahora vamos a tener que volver al horario vespertino», se quejó Alejandra, profesora del patinódromo.
La historia fue así: la pista no tenía el servicio y los chicos patinaban cuando caía el sol porque un grupo de padres alumbraba el lugar con los faroles de sus automóviles. 48 horas después de una nota que publicó un diario de la región acerca de la problemática, «estábamos dando una clase y de pronto se hizo la luz. El municipio decidió levantar el interruptor», señaló Alejandra.
El miércoles 1 de julio, los chicos llegaron hasta la pista y se encontraron con la grata sorpresa de la luz. Alejandra, por esa época, aseguraba que incluso «ahora está todo bien iluminado, hasta el sector de las plateas (donde se ubica la laguna del barrio San Lorenzo)». Esos días fueron «bárbaros» y de jornada extendida en la pista de 200 metros en forma de óvalo.
Pero cuando volvieron del receso escolar las profes se dieron cuenta de que la luz otra vez era una necesidad no satisfecha.
«El alumbrado del patinódromo era tan bueno que se veía en los barrios aledaños. Ahora sólo nos vemos las caras en la largada de la pista. No entendemos nada, y nadie vino a darnos una respuesta. Lo más peligroso es ese poste que da corriente», insistió Alejandra.