El Papa Francisco está de vacaciones y se prepara para su próximo viaje a Cuba y EEUU tras la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países. El monseñor Guillermo Karcher, encargado del área de ceremonial y protocolo del Vaticano, admitió que hay mucha expectativa por esa visita.
“Lo que iba a ser una escala técnica (hacia Estados Unidos) se transformó en un verdadero viaje pastoral. De alguna manera, plasma con este viaje, como fruto, lo que él trabajó tanto para que se restablecieran las relaciones diplomáticas. Es una alegría para ambos pueblos», dijo. Cuando se le preguntó si Francisco «tuvo mucho que ver» con el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos después de más de medio siglo, contestó: «Sí, claro, mucho. Es el broche de oro para cerrar la cuestión».
Karcher contó que Francisco conservó y se llevó a Roma la cruz comunista (un crucifijo con la hoz) que le obsequió Evo Morales, pero admitió que muchos de los obsequios que recibe son vendidos en los negocios del Vaticano, que luego dona el dinero recaudado a los pobres. También indicó que tantos otros presentes materiales son expuestos en vitrinas en el Museo del Vaticano o conservados por el Papa. «Son regalos para él. Él les da el destino que quiere», aclaró.
Finalmente, adelantó que quizá venga a Argentina el año que viene que se cumplen los 200 años de la Independencia.
