“Boca refleja en cancha lo que es Arruabarrena como persona”

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El 2014 no fue un año normal para Boca. La salida de dos grandes ídolos de la institución, Juan Román Riquelme y Carlos Bianchi, fueron sin lugar a duda lo más doloroso para el hincha Xeneize. Además, no conquistó títulos, no ganó ningún choque ante River y su rival de pateo se llevó todas las miradas. La llegada de Rodolfo Arruabarrena intento darle aire puro y renovador a un plantel sin muchas ideas y con más conflictos dentro que fuera del vestuario.

El año pasado, el Vasco debió hacer un trabajo express para que los jugadores interpreten lo más rápido posible su idea, luego de la salida del Virrey. Asumió en la quinta fecha. Boca sumaba 3 derrotas y una victoria hasta su llegada. Finalizó con un registro de 8 triunfos, 4 empates y 3 caídas y quinto en el Torneo de Transición. Claro que el golpe más duro fue la derrota en la semifinal de la Copa Sudamericana ante el equipo de Marcelo Gallardo.

Aquel 2014 había llegado a su fin y el trabajo del Vasco comenzaba de cero en 2015. La llegada de varias caras nuevas y jugadores de altísimo nivel llevaron a que el funcionamiento del Xeneize sea ejemplar. La características de un entrenador humilde, con perfil bajo y con mucha mesura se vieron reflejadas en el campo de juego. Boca refleja en cancha lo que es Arruabarrena como persona.

Aunque todavía no haya conseguido nada, Boca es el equipo sensación en la Argentina. Su andar en este comienzo de temporada es admirable. Tanto en los resultados como en el juego por momentos y todo gracias a la presencia de un director técnico que predica con el ejemplo a la hora de trabajar.

Los números pueden importar en un deporte como el tenis, básquetbol, vóley, entre otros. Ahora sí mostramos los del Vasco como entrenador de Boca no van a dejar de asombrarse. Aunque en el fútbol las estadísticas no sean prioridad.

Boca no inicia una temporada con 10 triunfos, 2 empates y 0 derrotas desde 1999. Además, cosecha 30 goles a favor y 6 en contra en 2015. El Vasco, como técnico del Xeneize, suma 35 partidos disputados, 22 victorias, 8 igualdades y 5 derrotas, una efectividad del 70.4%. Está claro que Arruabarrena finalmente le trabajo a Boca es aire que necesitaba, después de algunos años sin rumbo.

El funcionamiento ante Estudiantes fue una realidad mas que una casualidad. Si le pedían a Boca que juegue contra equipos importantes, allí lo tienen.  El Vasco Arruabarrena y sus jugadores bien saben que todavía no han ganado nada. El camino al objetivo es prolijo y a todo ritmo, solo el fútbol sabrá para que está Boca.