La Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) elevó este lunes un pedido formal al Consejo Provincial de Educación (CPE) para suspender la totalidad de las clases en la provincia el martes 1 de julio, debido a la ola polar que afecta a gran parte del territorio neuquino.
En una nota dirigida a la presidenta del organismo, Glenda Temi, el gremio manifestó su preocupación por el estado de los edificios escolares en un contexto de frío extremo, con temperaturas previstas de hasta 8 grados bajo cero en algunas localidades.
“La situación climática requiere una definición del gobierno educativo para resguardar a estudiantes, docentes, auxiliares y familias”, advirtió el secretario general de ATEN, Marcelo Guagliardo, quien firmó el documento.
El sindicato fundamentó su reclamo en “una medida de prevención responsable”, al advertir que muchas escuelas presentan problemas serios: cañerías congeladas, calefacción deficiente, accesos cubiertos de hielo y calles peligrosas para circular.
Además, señaló que hay establecimientos con dificultades en el suministro de gas y agua, lo que impide el normal desarrollo de las clases.
Frente al planteo de ATEN, el CPE ratificó que no habrá una suspensión general de clases y recordó que, según la resolución 376/02, cada escuela debe evaluar su situación y decidir si se justifica interrumpir las actividades.
“El Consejo Provincial de Educación informó que no se establece una medida de suspensión general del dictado de clases. Cada institución decidirá de acuerdo a sus condiciones edilicias”, indicó el organismo en un comunicado oficial.
También se aclaró que las escuelas que decidan suspender deberán informar la novedad al supervisor institucional y enviar un reporte detallado dentro de las 24 horas, explicando las causas y fechas de la interrupción.
Por último, desde el CPE remarcaron que no se computarán inasistencias a los estudiantes cuyos responsables decidan no enviarlos al colegio ante el temporal.
