El Gobierno empezó ayer a acomodar sus piezas en el tablero electoral: el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, bajó su precandidatura presidencial y se lanzó a competir para suceder a Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires.
Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Sergio Urribarri y Agustín Rossi mantienen su precandidatura a Presidente de la Nación, en un tren del que ya se bajó Julián Domínguez, tal como él mismo lo confirmó en declaraciones realizadas a la TV Pública, al programa 678, como «reconocimiento a lo que ustedes hacen por nuestro espacio», según sus propias declaraciones.
Para que no quedara ninguna duda de que la decisión contaba con el respaldo de la Casa Rosada, Domínguez fue anoche el invitado estelar de 678, el programa elegido en muchas ocasiones por el Gobierno para clarificar la línea discursiva y la agenda política oficial, por la TV Pública.
«Hay dos proyectos de país. Uno liberal y otro, que es el nuestro, que tiene al Estado como garante de la igualdad», dijo, en el lanzamiento televisivo de su precandidatura. Todavía con un registro nacional en su discurso, Domínguez agregó que «el kirchnerismo vino a convalidar la razón de ser del peronismo».
La decisión del presidente de la Cámara baja de volcarse a la provincia de Buenos Aires es el primer indicio claro de que la Casa Rosada depurará la disputa interna presidencial del oficialismo, aunque todavía no está claro si la batalla estará limitada a dos postulantes o si habrá más.