Padre se negó al permiso para que su hija represente al país en judo y la Justicia falló a favor de la adolescente

0

Río Negro.- Con 15 años, una adolescente de Cipolletti que practica judo recibió la convocatoria para integrar la selección nacional. Competirá en torneos internacionales representando a Río Negro y al país. No ve a su padre desde hace una década debido a situaciones de violencia. Ahora, un juez autorizó su salida del país hasta que cumpla la mayoría de edad, sin exigir nuevas autorizaciones, para evitarle trámites que puedan impedir su participación en las competencias.

La joven presentó el pedido con el patrocinio de la Defensa Pública. Expuso que forma parte de un equipo federado y que muchas veces recibe con poca antelación la confirmación de fechas y lugares de competencia, lo cual le impide tramitar la autorización paterna dentro de los plazos habituales cuando falta una de las firmas requeridas.

La madre prestó conformidad total con el pedido y expresó que no formulaba objeción ni restricción alguna. El padre, en cambio, se opuso. Reconoció que no tuvo contacto con su hija desde que ella tenía siete años, aunque atribuyó esa distancia a una supuesta obstrucción del vínculo por parte de la madre. Señaló que cumple sus obligaciones en la medida de sus posibilidades y ofreció como alternativa que le informen los datos de cada viaje, para luego firmar las autorizaciones en el Registro Civil.

La adolescente manifestó que su progenitor nunca se hizo cargo de su crianza y que durante una audiencia él adoptó una actitud controladora y no atendió sus opiniones.

El juez sostuvo que el artículo 645 del Código Civil y Comercial exige la autorización de ambos progenitores para que una persona menor de edad salga del país, pero habilita al Poder Judicial a suplir ese consentimiento ante una negativa injustificada.

La resolución también valoró el relato de la joven y su falta de contacto con el padre, situación que ambas partes reconocieron aunque con fundamentos distintos.

El fallo hizo referencia al principio de autonomía progresiva y al derecho de niñas, niños y adolescentes a expresar su opinión en los asuntos que los afectan. Mencionó la Convención sobre los Derechos del Niño y distintas normas nacionales que protegen su derecho a participar en la vida cultural, artística y recreativa.