Río Negro.- Un bebé de un año y dos meses fue asistido por dos policías de la Comisaría 33° de Allen luego de que dejara de respirar cuando se encontraba en su hogar.
Todo empezó a las 18 horas de ayer domingo, cuando un pedido llegó a la central del 911 RN Emergencias. Una joven madre fue la que pidió ayuda porque su hijo no podía respirar. Los operadores rápidamente dieron aviso al hospital Ernesto Accame y a la Comisaría 33°.
Minutos después, los efectivos llegaron al domicilio de la calle Río Limay y encontraron a la familia en shock y al pequeño inconsciente. Sin esperar la ambulancia, lo cargaron en el móvil policial y partieron rumbo al hospital. En el asiento trasero, uno de ellos comenzó a realizar maniobras de reanimación.
En el trayecto, el uniformado logró hacer reaccionar al menor. Al llegar al hospital, los médicos confirmaron que el bebé estaba fuera de peligro y que había sufrido un atragantamiento por comida.