
Consumir demasiada sal aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión arterial y enfermedades cardíacas. Todos podemos beneficiarnos de reducir el consumo de sal, cuanto antes adoptemos una dieta baja en sal, menor será la carga para nuestro corazón y riñones.
La hipertensión arterial se puede prevenir, postergar y controlar reduciendo el consumo de sal (sodio) desde la niñez, manteniendo una dieta saludable y un peso corporal adecuado, evitando el consumo de alcohol y tabaco, manteniéndose físicamente activo y siguiendo el tratamiento que el médico indique. Reducir la cantidad de sodio de las comidas salva vidas y es una de las medidas más costo-eficaces para la salud pública.
Sabroso…, ¡no es salado!, todos queremos comer rico y para muchos parece que solo con abundante sal se puede lograr. En esta semana la propuesta es dar ese sabor a las comidas con otras estrategias, porque ¡salado no es sinónimo de sabroso! Está comprobado que es posible reducir la sal sin que el paladar se dé cuenta, con un resultado gratificante y saludable para todos.
Toda sal es salada… Ya sea rosada, blanca, del centro de la tierra o del Himalaya, ya sea de ajo, apio o con especias, toda sal tiene sodio en su composición. Por más pura o natural o libre de procesamientos que se la promocione puede tener efecto nocivo en la salud, en especial si tenemos la presión arterial elevada, o tenemos exceso de peso.
La recomendación es no pasar de los 5 gramos de sal al día, esto equivale a 1 cucharadita tipo té, que en sodio son 2000 mg, aun para personas sanas. Este límite de 5 g debe considerar tanto la sal que agregamos del salero como la que tienen los productos como el pan, fiambres, quesos, embutidos, snacks, caldo en cubos, salsas y hasta las galletitas dulces.
Se estima que la mitad de la sal que incluimos en la dieta proviene de productos y comidas envasadas o elaborados fuera del hogar, por esto la importancia del etiquetado frontal que brinda información sobre el sodio al momento de la compra. Un gran número de personas desconoce que estos alimentos tienen sodio, de alguna manera si está presente, aunque sea en pequeñas dosis (conservantes), estos sumados a la dieta diaria de tres raciones, el consumo aumenta drásticamente.
Reducir la sal en la alimentación no debe significar comer sin sal o sin sabor. Aunque no tengamos presión alta, es posible bajar el sodio, comer rico y cuidar el corazón. Te proponemos reducir su uso, y tener un consumo inteligente.
Consejos para reducir el consumo de sal en la dieta diaria
- A la hora de comprar los productos envasados, es importante evitar los alimentos que tiene exceso de sodio (octógono).
- Es recomendable adquirir más alimentos naturales y evitar la ingesta de aquellos que ya vienen procesados.
- Reducir el uso de la sal y en su lugar utilizar más especies aromáticas para darle un mayor y mejor sabor a la comida.
- Ingerir los alimentos de forma proporcionada, evitando las grandes cantidades, que a la larga representa un incremento del sodio.
- Introducir más vegetales frescos en lugar de los que ya vienen enlatados.