El presidente Javier Milei participó este miércoles de un encuentro en Corporación América, donde adelantó que el Gobierno profundizará su programa de reformas gracias al respaldo obtenido en los comicios de octubre. Allí reiteró que todavía quedan “600.000 decretos” por revisar y que buscará avanzar con mayor velocidad durante los próximos meses.
Milei indicó que los primeros dos años de gestión estuvieron orientados a “resolver los problemas macroeconómicos y sacar de terapia intensiva a la economía nacional”. En esta nueva etapa, afirmó, el foco estará puesto en “crear las condiciones para crecer lo más rápido posible” y convocó al sector privado a acompañar ese proceso.
El Presidente definió a su programa como “el más reformista de la historia” y aseguró que, en 20 meses, se llevaron adelante 10.000 reformas estructurales. No obstante, señaló que aún queda por delante una gran cantidad de normativa por analizar: “Todavía restan 600.000 decretos, aunque solo 70.000 están digitalizados. La ventaja es que los decretos puedo eliminarlos yo”, remarcó.
Durante su discurso, Milei también cuestionó a la oposición por intentar “afectar el superávit fiscal” durante el período electoral mediante la presentación de más de 40 proyectos, entre ellos aumentos para jubilaciones, incrementos presupuestarios para universidades y la declaración de la emergencia en discapacidad.
En referencia al resultado electoral de octubre, sostuvo que el apoyo ciudadano permitió consolidar el rumbo del Gobierno y proyectó un escenario favorable para 2027. Según su interpretación, si se contabilizan los votos sin alianzas, La Libertad Avanza habría obtenido el 41% y Fuerza Patria el 24%: “41 a 24 es primera vuelta”, afirmó.
Milei aseguró que el respaldo logrado se traducirá en una aceleración del programa oficial: “No vamos a frenar nuestra vocación reformista. El apoyo que hemos tenido va a hacer que avancemos aún más. Abróchense los cinturones porque habrá muchas más reformas”.
Finalmente, mencionó que a las tres anclas que sostiene el plan económico —cambiaria, monetaria y fiscal— se suman ahora la política, por el resultado electoral, y la geopolítica, en referencia al apoyo financiero de Estados Unidos y al nuevo acuerdo comercial alcanzado por el Gobierno.


