Es caro ser pobre en Vaca Muerta

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 Por Nieves Villanueva

Los sectores más vulnerables de la sociedad neuquina son los que más pagan por todo. La luz, el gas, la comida; todo es más caro para quienes menos tienen.
Está llegando el invierno y el frío no distingue clases sociales ni poder adquisitivo; por eso las familias que no tienen gas natural empiezan a armar sus estrategias para hacer frente a las necesidades que empiezan a aparecer.
Si bien las garrafas se usan todo el año para cocinar, en invierno crece su demanda y la variedad de precios es muy amplia. Usemos como ejemplo a una familia de La Meseta de la capital, más precisamente del barrio Nueva Esperanza, que puede llegar a gastar 120.000 pesos en 4 garrafas que utilizará únicamente para cocinar. Mucho más de lo que pagará un hogar con gas natural cocinando, calefaccionando y bañándose.
Si usa leña para la calefacción deberá comprar un bin por semana; lo que implicará, si es frutal, unos 240.000.
Además, como seguramente no tiene vehículo, va a comprar sus alimentos en el comercio del barrio, donde los productos salen el doble que en un supermercado.
Si esa familia vive de changas, lo más probable es que acuda al Estado para solicitar algún subsidio o plan. Y acá hay que destacar que los planes nacionales rondan los 78.000 y los provinciales 50.000. En una provincia donde, según el Isepci Neuquén, una familia necesitó en marzo 558.723 pesos solo para comer.
Nuestra familia ejemplo también acudirá a algún comedor o merendero a buscar un plato de comida y se anotará en el plan de garrafa social. Probablemente tenga que salir a vender algo en la calle, a juntar aluminio para revender; que vaya al centro de salud a buscar leche para los bebés y que tenga la mala suerte de que no haya (foto).
Todo esto sucede en la provincia que tiene crudo y gas a sus pies, con superávit y donde miles de familias de otras provincias y otros países vienen en búsqueda de mejorar su futuro.