Neuquén.- El subsecretario de Fiscalización Externa, Gustavo Orlando, denunció que vendedores ambulantes agredieron a puños y piedrazos a un inspector cuando el sábado trató de disuadirlos de vender mercadería en la vía pública. El hecho ocurrió a las 19.30 en Perito Moreno y Río Negro, y por los golpes recibidos el agente municipal debió ser atendido en el hospital público.
Orlando dijo que los agresores pertenecen a un grupo de manteros que se autodenomina “Los Mendocinos” e informó que no es la primera vez que protagonizan transgresiones de esta naturaleza: “Son siempre los mismos y como no tienen domicilio en Neuquén no pagan nunca las multas, así que vamos a endurecer los controles y a decomisar la mercadería”.
El agente municipal, luego de ser atendido por médicos, hizo la denuncia correspondiente en la comisaría. Según el funcionario, transcurría “un operativo rutinario normal en el bajo neuquino cuando intentan identificar a los vendedores ambulantes”. “Uno que dice ser el líder tiró varias trompadas y en la corrida tiraron una baldosa que impactó en la pierna del inspector”.
“Con esta gente no sirven las multas porque no las pagan nunca pues no tienen domicilio en la ciudad y como no hemos podido hacer que cumplan las normas vamos a empezar a desfinanciarlos decomisando la mercadería”, dijo y apuntó que “parece que estamos ante algo más grande de lo que vemos” al referirse a la dinámica de este grupo de manteros.
“Los ataques se han vuelto moneda corriente, es alarmante”, planteó Orlando. Entre otros casos, mencionó que hace unas semanas una inspectora fue agredida por una mantera cuando le pidió que levantara el puesto en Mitre, entre Río Negro y Chubut, y por este hecho la agresora fue detenida por efectivos de seguridad. También ese mes un inspector recibió golpes en Riccheri 515 durante un operativo por venta clandestina de alcohol, en tanto que en julio un comerciante encerró y apaleó a una agente para impedir el decomiso de mercadería.
Por otro lado, Orlando se refirió a otros operativos efectuados durante el fin de semana. Entre ellos, mencionó el allanamiento efectuado en conjunto con la Policía a un domicilio particular ubicado en Darwin y Correntoso, del barrio Confluencia, de donde se incautaron heladeras y bebidas alcohólicas. Los vecinos venían solicitando la intervención municipal y “fue posible en el marco del nuevo Código Civil. El viernes empezaron a salir oficios de la Justicia de Instrucción”, aclaró.
Además, “por no tener la autorización correspondiente y no dar con el responsable del evento, se procedió en la madrugada del sábado a la clausura de Cirse de Avenida Argentina al 1500. Fue una lástima porque los inspectores concurrieron temprano a requerir la documentación porque en nuestros registros no figuraba y la intención era evitar incidentes”. Aclaró que la infracción corre para los productores del evento y no para los responsables del salón.
