El intendente Horacio Quiroga encabezó esta mañana el acto en el cual Marisa Valdebenito fue declarada Mujer de la Ciudad 2015 por su trabajo al frente de la Fundación Sendero de Esperanza para el Niño Oncológico (SENO). Se trata de una distinción que se realiza en el marco del Día Internacional de la Mujer que se conmemoró ayer.
“Este reconocimiento pone en relieve a las mujeres destacadas por el esfuerzo que realizan a favor de otros”, dijo. Agregó: “Valdebenito sobresale por su energía y amor puestos al servicio de una fundación que contiene y atiende a criaturas con tratamiento oncológico”, por su “apoyo afectivo, sentimental y la contención a las familias que viven esta situación y la angustia que conlleva”.
Quiroga no dudó en expresar su convencimiento de que con esta distinción interpreta el sentimiento de la mayoría de los neuquinos. “La Fundación SENO trasciende las cuestiones médicas con acompañamiento de las familias en momentos tan difíciles y cuando el mínimo apoyo fortalece el espíritu de lucha” necesario para afrontar la adversidad.
La mención a Valdebenito como Mujer de la Ciudad 2015 se desarrolló esta mañana en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) y contó con la presencia de Laura Fidalgo, quien el año pasado participó en el certamen nacional Bailando por un Sueño del programa ShowMatch, en el cual la bailarina tenía por objetivo cumplir “el sueño” de la Fundación: adquirir una camioneta para el traslado de los pacientes.
Como Fidalgo quedó fuera de la competencia a raíz de una lesión, a través de una gestión de Quiroga a cinco empresarios neuquinos finalmente se adquirió la camioneta para SENO.
“Con estos niños se vive el día a día, no se puede penar a futuro mientras tienen su tratamiento: preocuparnos y ocuparnos minuto a minuto por ellos es lo mejor que podemos hacer para mejorar su calidad de vida”, expresó Valdebenito con visibles muestras de emoción.
Apreció que desde la Fundación “seguiremos luchando por el proyecto del niño oncológico y amparar a las familias que tanto sufren” y por otro lado, dijo, es un apoyo para “lograr también una casa propia”. Relató que SENO cobija en la actualidad a tres familias del interior que “viven en forma permanente porque no tienen otro lugar donde vivir” además de “unos 35 niños que rotan por nuestras instalaciones mientras dura su tratamiento y luego retornan a sus domicilios”.
“Hacemos esto con convicción, con ganas, con la capacidad que creemos tener para interpretar una buena causa”, concluyó.
En este marco Fidalgo dio rienda suelta a los sentimientos y contó que decidió apoyar a la Fundación luego de que un tío suyo se lo sugiriera cuando se incorporaba a Bailando por un Sueño. “Tengo una nostalgia muy presente porque nací en Buenos Aires pero con mi padre vivimos muchos años en la zona, y llegar acá es como retornar a mis raíces”. Y después de escuchar a Valdebenito se planteó “cómo hacer más para la Fundación desde mi humilde lugar”.
“De la manera que Marisa transformó el dolor tan grande que es la pérdida de un hijo en esta obra es muy valorable y produce admiración”, destacó por su parte Yenny Fonfach, secretaria de Desarrollo Humano.
Para Quiroga “esta distinción es muy importante porque reconoce el mayor esfuerzo y los reconocimientos que hemos dado hasta ahora hablan de una sensibilidad especial y una capacidad multifacética, porque se trata de mujeres que trabajan, cuidan sus hijos y ademas -producto de sus propias vivencias- dan rienda suelta a este mayor compromiso”. En 2011 la mención recayó sobre Marta Basile, en 2012 fue nominada María Cristina Rubilar, en 2103 la obtuvo la hermana Fátima y el año pasado Nora Salvatori.
