Ya la llaman «El milagro del Bataclan». Las armas de los terroristas que atacaron la sala de conciertos, donde Laura Croix, de 31 años, se encontraba siguiendo el espectáculo, la alcanzaron hasta en seis ocasiones. El pasado 10 de diciembre, Laura despertó del coma y tras varias semanas reaccionando mediante gestos y movimientos de ojos, la joven ha empezado a hablar, según ha explicado su familia públicamente.
Laura, que además es cantante de un grupo de rock, ha debido someterse a diez operaciones delicadas, pues las balas le habían alcanzado en el pecho y el abdomen. Además, presentaba fracturas en un brazo, en la cadera y en varios dedos. Por el momento se encuentra estable aunque los médicos calculan que podría pasar otro año en el hospital.
Su hermano y su madre explican que lo primero que quiso saber Laura al despertar fue qué había pasado el 13 de noviembre en el Bataclan, donde los terroristas acabaron con la vida de 89 personas. Con ella, estuvieron a punto: una bala le había rozado el corazón. «Me ha preguntado dónde estaba y dónde estaba su padre», ha declarado también su madre en el diario regional ‘La Voix du Nord’.
«Tiene pesadillas horribles. Sabía que mucha gente había sido asesinada», ha declarado su hermano Sébastien a ‘The Sunday Times’. La cantante recuerda oír los gritos radicales de los terroristas en mitad de la confusión de los primeros disparos que la obligaron a tirarse al suelo para protegerse como muchas de las víctimas que no pudieron escapar aquella noche.
