Antes del comienzo del juego, Éder Álvarez Balanta sintió una molestia y debió ser reemplazado a los nueve minutos. En su lugar ingresó Nicolás Domingo y Leonardo Ponzio pasó como marcador central.
En la cancha el duelo era parejo: Quilmes presionaba en el medio y le ensuciaba la salida a River, que sin opciones no podía jugar en campo rival hasta que a los 15′ Alario corrió solo, entró al área y tras un contacto con un defensor el árbitro Fernando Rapallini cobró penal.
El arquero Walter Benítez atajó el remate de Rodrigo Mora, pero el referí ordenó repetir la ejecución por adelantamiento del portero. En la segunda oportunidad, el uruguayo no falló y con disparo al ángulo abrió el marcador.
Quilmes que mantenía su planteo de presionar y salir rápido comenzó a llevar peligro hasta que a los 30′ Sebastián Romero tomó un rebote y marcó la igualdad.
Los minutos finales del primer tiempo fueron de ida y vuelta, pudo adelantarse la visita pero Barovero con una atajada espectacular tras un remate de Celaya evitó la caída de su arco. En la contra cambió el partido. Gonzalo Martínez sacó un violento disparo desde 30 metros y la pelota se clavó en el ángulo para irse en ventaja al descanso.
En el segundo tiempo, a los siete minutos River comenzó a definir el encuentro. Tras una sucesión de pases, Bertolo centró para Martínez que ingresó por el segundo palo y con el arco vacío amplió la ventaja.
Cinco minutos después, Rapallini expulsó a Rodrigo Braña por una fuerte entrada y ya no hubo partido. Con dos goles de ventaja y un jugador más, el local impuso su jerarquía y se lució en el estadio Monumental.
A los 60′, otra vez Rodrigo Mora y a los 72′ Lucas Alario –en un jugada que debió ser anulada por posición adelantada- completaron el marcador para el elenco de Gallardo, que debutó con un goleada en el campeonato.
Fuente: Infobae