Buenos Aires.- El espectáculo fue ordinario. La falta de ideas ofensivas hizo que el juego se desarrolle en la mitad de la cancha, donde la pierna fuerte, el roce y el forcejeo fueron las herramientas más empleadas por los protagonistas. Sólo un remate desviado de Rodrigo Braña y un tiro libre mal ejecutado por Santiago García fueron las opciones más destacadas para que se abra el marcador.
Si bien el Cervecero era levemente superior, el Bodeguero tuvo la más clara después de un preciso centro de Fernando Zuqui y un cabezazo del Morro. El uruguayo ganó en el área rival y exigió a Silvio Dulcich, quien se lució con una soberbia tapada. Sin embargo, en la acción siguiente, el arquero cometió un error al intentar descolgar una pelota aérea y Jaime Ayoví no logró capitalizar la falla. El tanto mendocino hubiese sido injusto.
En el complemento los de Sebastián Méndez salieron con otra actitud. A los 2 minutos, un despeje defensivo hacia el centro obligó a Luciano Abecasis a terminar la jugada con un potente remate. Por fortuna para los del Gallego, un rebote en Diego Viera habilitó a Fernando Zuqui y el de Luján de Cuyo festejó el 1 a 0 con un sutil toque cruzado.
Como Godoy Cruz no lo liquidó, el conjunto de Alfredo Grelak justificó su producción con el empate. Las amenazas de Brian Mansilla, Fernando Elizari y Sebastián Romero, que transformaron a Rodrigo Rey en una de las figuras de la noche, se concretaron en el gol deFederico Andrada. La combinación entre el rosarino y el joven surgido de River concluyeron en el 1 a 1 que también se escuchó por Boedo.
Pero la inocencia de Quilmes fue un factor determinante en el choque. La expulsión de Alan Alegre, por doble amonestación debilitó a la última línea local. Incluso el hombre que había ingresado para reforzar la zona terminó cometiendo un penal indiscutido que le dio la victoria al Tomba. Lucas Suárez derribó a Ángel González y Jorge Baliño no dudó. Además, la exagerada protesta del Chirola Romero hizo que el Cervecero termine el duelo con nueve. Desde los doce pasos el Morro García selló el 2 a 1 para que la provincia cuyana se emborrache de alegría. El tiro en el palo de Ayoví fue el fiel reflejo de las diferencias que se establecieron gracias a sus dos hombres de más. Tal es así, que el telón se bajó con la conquista de Javier Correa.
Los de Méndez se aferraron a la cima del campeonato y obligaron a San Lorenzo a quedarse con el clásico frente a River. En Mendoza estarán atentos a lo que suceda en el Nuevo Gasómetro. Puede que la celebración se extienda hasta la próxima fecha, cuando el Bodeguero reciba a Belgrano de Córdoba.