viernes 29 marzo 2024
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El kirchnerismo en Diputados convirtió en ley el convenio con China

El kirchnerismo, con la ayuda de sus tradicionales aliados, consiguió en la Cámara de Diputados convertir en ley el convenio marco de cooperación en materia económica y de inversiones que la Argentina firmó con China,como así también el acuerdo que ambos países sellaron para la construcción y puesta en marcha de una estación espacial de exploración lunar en Neuquén.

Tras casi ocho horas de debate, el oficialismo aprobó con 133 votos a favor y 107 en contra el proyecto vinculado con la base espacial, mientras que los convenios de cooperación económica fueron avalados con 133 votos positivos y 108 negativos.

A principios de febrero, la presidenta Cristina Kirchner firmó con su par de China, Xi Jinping, un acuerdo de la alianza estratégica integral y 15 convenios entre ambos países. Le ofreció y hasta pidió que las empresas chinas, casi todas estatales y bajo control de Xi, inviertan en minería, petróleo, potasio y litio. Dispuesta a todo tipo de concesiones, Cristina consagró a China como el mayor aliado del país en lugar de Estados Unidos o la Unión Europea.

Hoy, los proyectos en el Congreso, que ya tenían la media sanción del Senado, fueron rechazados por distintos sectores de la oposición por «falta de transparencia» y porque responde «a la necesidad del gobierno de conseguir divisas» para las reservas del Banco Central.

En los discursos de cierre, el kirchnerista Roberto Feletti defendió los acuerdos con China al destacar que se trata de «la segunda economía del mundo», al tiempo que negó que «haya una relación asimétrica» con el gigante asiático, al remarcar que «el 85 por ciento de las importaciones» de ese país «corresponden a bienes de capital e insumos industriales».

En tanto, el titular de la bancada radical, Mario Negri, apuntó que «lo que está en discusión es si China ha sido una oportunidad para la Argentina o solo la Argentina ha sido una oportunidad para China» y eso «es lo que nos lleva a no poder acompañar esta decisión estratégica del gobierno».

«Tenemos puntos convergentes que nos llevan al rechazo», enfatizó el legislador cordobés, quien señaló que «ninguno de los (convenios) que se celebraron tiene un pico de transparencia».

La jefa del GEN, Margarita Stolbizer, indicó: «El gobierno está en su derecho de gobernar hasta el último día», pero de «lo que no tiene derecho es a hipotecar nuestro futuro» y «lo que tampoco tiene derecho es a restringir las capacidades gubernamentales de quienes van a asumir desde el 10 de diciembre».

«No nos vengan a engrupir», pidió la legisladora, quien explicó que China «no viene a invertir» con este convenio comercial sino a vender «bienes de capital y servicios de ingeniería en forma financiada».

Elisa Carrió (Coalición Cívica-ARI) también rechazó los términos del acuerdo al asegurar que «se están violando amplia y claramente la Constitución» y advirtió que al sancionar esta norma se toman «decisiones geopolíticas». En este sentido, Carrió señaló que la instalación de una estación espacial de exploración lunar en Neuquén está vinculado con «quién controla los dos océanos». «En un momento que la Argentina es estratégica porque es bioceánica nosotros entregamos esto sin pensar, sin razonar un minuto, porque el siglo XXI va a ser geopolítico o espiritual», remató.

Desde el macrismo, Federico Sturzenegger apuntó que el Ejecutivo al momento de tomar contacto con China «en vez de aprovechar en buscar ampliar mercados, buscó salvar el cepo, trocando swaps por adjudicación de obra pública» y resaltó que con la aprobación de la norma el Congreso firma «un cheque en blanco».

El massista y secretario de la Unión Industrial Argentina (UIA), Ignacio De Mendiguren, alertó que con estos convenios de cooperación económica se está «entregando el futuro del desarrollo argentino» y aseguró que «es mentira» sostener «que no tenemos capacidad de financiamiento y producción local».

Respecto del proyecto de la estación espacial, Alberto Asseff (UNIR), aliado del Frente Renovador, apuntó que «hay falta de especificaciones acerca del posible uso militar» de esa planta que se construye en Neuquén y, por eso, no dudó en asegurar que se trata de «una base que inequívocamente es dual, es civil y militar».

En tanto, el socialista Juan Carlos Zabalza consideró que a partir de este convenio «llevan» a profundizar la asimetría entre ambos país y consideró que se debe «pensar seriamente en el Mercosur y generar cadenas de valor interregionales para trabajar en común frente a los grandes mercados como el chino».

En la apertura del debate, el mendocino Guillermo Carmona, como miembro informante del Frente para la Victoria defendió la propuesta e instó a la oposición a no «meter miedo por razones electorales» con cuestionamientos a la propuesta.

En este sentido, el legislador garantizó que con los convenios «mejoran el acceso de divisas para mejorar en el corto plazo el desbalance comercial con China» y, además, facilitan «modernizar la industria argentina, incrementar su competencia y competitividad».

Por su parte, Martín Lousteau (SUMA+Unen) afirmó que este convenio es producto de «la urgencia» del gobierno que «frente a la mala praxis económica necesita divisas» y por eso facilita a China «adjudicaciones directas».

«En materia de cooperación económica, el mundo está avanzando hacia los acuerdos bilaterales pero deben hacerse con una enorme rigurosidad porque hay enormes potencialidades y también enormes riesgos y si no se hacen con rigurosidad, las consecuencias son irreversibles porque es muy difícil cuando uno destroza la industria volver a reactivarla», señaló.

La Nación

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