Caso López: ¿Qué declararon las monjas del Monasterio?

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Buenos Aires.- Dos de las monjas del convento en el que fue detenido José López con casi nueve millones de dólares declararon hoy en la Justicia que sabían que ese 14 de junio el ex funcionario iba a ir al lugar porque así se los había adelantado Alba, la madre superiora. Así lo aseguraron Maria Antonia Casas, la hermana María, de 76 años, y Marcela Estefanía Albin, la hermana Marcela, de 38 años, al declarar como testigos durante cuatro horas ante el juez federal Daniel Rafecas.

Las religiosas declararon que la noche del 14 de junio la madre Alba, la única que tiene teléfono, les había informado que López iba a ir al convento. «Yo nunca supe quién era o a qué se dedicaba José o su mujer. Esa noche, yo estuve esperando hasta las doce, y ahí viene la hermana Marcela y me avisa que podíamos irnos a dormir porque ya no iba a venir José», declaró María.

Según la declaración, cerca de las 4 de la madrugada sonó el teléfono interno y Marcela, con la madre Inés –otra religiosa–, vieron por la ventana a López. «Estaba el señor José, a quien reconocimos porque estaba iluminado. Abrió la puerta la madre Inés, José estaba ahí con unos bolsos. Y la madre Inés le abrió la reja primero y después la puerta, y él le dijo ‘esto traigo para el monasterio’ y que ‘quería ver a la madre Alba’, porque siempre hablaban con ella o con el monseñor. Bueno, entonces José agarró los bolsos y la madre Inés lo ayudó a meterlos adentro de la casa», declaró.

La hermana María fue quien atendió a la Policía cuando llegó al lugar. Los oficiales denunciaron que tardaron cerca de una hora en abrirles la puerta. «Me llama la hermana Marcela, me golpea la puerta, y me avisa que había policía afuera del monasterio, no recuerdo la hora, me asusté porque no entendía por qué motivo estaba la policía en el monasterio. Entonces le dije que me ‘espere un momentito’, fui a llamar por el interno que está en el comedor y llamé a la madre Alba para avisarle que estaba la policía. Me atendió la madre Alba y me dijo que abra el portón `porque José se va`. Ahí me enteré yo que estaba José en el interior del Monasterio», señaló.

«Como creímos que eran comestibles, Inés le pidió a José que los llevara a la cocina y después de eso, él se fue a la habitación de la madre Alba. Mientras tanto Inés y yo esperamos en el comedor», dijo sobre los bolsos pero aclaró que no vieron su contenido.

La religiosa describió cómo vio a López: «No lo vi como antes, lo vi como con los ojos medio saltones, como cuando a uno lo persiguen, lo vi como asustado. Después entró los bolsos y fue directamente a ver a la madre Alba».

Alba, de 95 años, con respirador e imposibilitada de moverse, estuvo con López una hora pero ninguna de las monjas sabe de qué hablaron.

Fuente: Infobae