Boca volvió a demostrar que su gran presente poco tiene de casualidad. Es un equipo sólido, que sabe controlar los partidos y que encuentra en sus jugadores de elite un valor agregado para marcar la diferencia en un mezquino fútbol argentino. Hoy, en la fecha ocho del torneo de 30 equipos, dio un paso muy importante: se impuso ante Huracán por 1-0 y se subió en soledad a lo más alto de la tabla de posiciones, superando a San Lorenzo, River y Rosario Central, los escoltas.
El Xeneize dominó con comodidad el primer tiempo y encontró la ventaja de contraataque, a los 24 minutos, con una asistencia de Daniel Osvaldo que facturó Marcelo Meli. A partir de entonces, el equipo de Rodolfo Arruabarrena contó con opciones para ampliar la diferencia, pero sufrió la falta de definición de sus atacantes.
Con la salida de Nicolás Lodeiro, en el complemento, Boca perdió juego en el mediocampo y cedió la pelota ante un rival que se envalentonó en busca del empate, aunque sin claridad en los últimos metros para vulnerar la resistencia de Guillermo Sara. En el minuto 42, y cuando el Xeneize aguantaba el triunfo en su propia área, apareció nuevamente Meli para poner el 2-0.
El buen funcionamiento mostrado por Boca, sumado al resultado positivo y la punta en la tabla de posiciones, le permite al Xeneize arrancar con una sonrisa la seguidilla de partidos que deberá afrontar en los próximos días. El próximo encuentro será el jueves ante Montevideo Wanderers, en Uruguay, por la Copa Libertadores, certamen en el cual el conjunto del Vasco ya se garantizó un lugar en octavos de final.